Cinco rutas de senderismo para perderse en España
Si eres de los que pasa cada fin de semana descubriendo paisajes y entrenando las piernas en lugar de descansando en el sofá, te presentamos cinco rutas de senderismo para recorrer este otoño. Bordeando el litoral o en plena montaña, no te las puedes perder.
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1 Ascensión a la Cola de Caballo, Huesca
En el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, ubicado en el Pirineo oscense, encontramos esta ruta de dificultad media. Partiendo de la Pradera de Ordesa, el camino sigue el Sendero de Gran Recorrido GR-11, más conocida como Senda Pirenaica, que abarca toda la cordillera en sus 800 kilómetros. Este tramo, de algo menos de 18km de ida y vuelta, comienza con una pista suave por el espectacular Valle de Ordesa (Patrimonio de la Humanidad desde 1997) para estrecharse en las Gradas de Soaso hasta la Cola de Caballo. Las vistas, en todo el recorrido, hacen que merezca la pena el esfuerzo.
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2 La ruta del flysch, Guipúzcoa
Uniendo los municipios de Zumaia y Deba, encontramos esta ruta, costera en su mayor recorrido. El sendero, lineal, se puede empezar por cualquiera de sus dos extremos. En Zumaia –donde se grabó parte de la última temporada de Juego de Tronos- comienza en la Ermita de San Telmo y baja a un litoral rocoso flanqueado por paredes pronunciadas, para luego subir entre praderas y pastos hasta llegar a la playa de Sakoneta, donde darse un chapuzón antes de seguir y dejarse embelesar por las formaciones de los acantilados, conocidas como flysch, hasta llegar a Deba. ¿Un consejo? Esperar a bajamar para poder recorrer la primera línea de playa.
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3 Cueva del Agua y Charco del Humo, Jaén
En pleno Parque Nacional de Cazorla, Segura y las Villas, podemos realizar dos rutas en una: la que une Huelga Utrera y Poyotello y la que nace y muere en la segunda. Desde la primera aldea, con el mirador del Valle del Segura hacia la parte alta de la zona, el sendero nos lleva hasta el Charco del Humo, para desembocar, entre bosques de ribera, en la descomunal Cueva del Agua que lleva sus aguas al río Segura. De aquí, se puede ir a Poyotello y terminar la ruta lineal o girar a la izquierda para llegar al tajo Piedra Dionisia, con otra perspectiva al valle, y dar la vuelta hasta Poyotello.
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4 Senda de las Cascadas del Purgatorio, Madrid
Refugio dominguero por antonomasia para los habitantes de la capital, la sierra de Guadarrama, en Rascafría, presenta numerosos senderos para escapar del trajín diario. Con su punto de partida en el puente del Perdón del siglo XIV y reformado en el XVIII, frente al monasterio de El Paular de origen medieval, el camino permite admirar algunos de los puntos más alucinantes del Valle Alto del Lozoya, como el cristalino río Lozoya, el Arroyo del Aguilón, las vistas del Valle del Lozoya y su final en las Cascadas del Purgatorio, dos saltos de agua espectaculares que forman el arroyo.
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5 Ruta del Fraile en Bardenas Reales, Navarra
Al sureste de Navarra, el Parque Natural de las Bardenas Reales ofrece un aspecto como de otro planeta. Semidesértico, de arcilla, yeso y arenisca, la zona destaca por colores que van de marrones arenosos a blancos pasando por grisáceos. Entre sus rutas, la más peculiar y distinta es sin duda la del Fraile, al ser la más árida. Desde los Corrales de Bea, se pasea por un campo sin camino hacia el Cabezo del Fraile, visible desde el inicio, donde contemplar las magníficas vistas al parque y los restos de una antigua fortificación.