El secreto está en la mezcla: hablamos con Diego Cabrera, todo un referente en mixología
Barman, viajero empedernido y siempre innovador, el argentino Diego Cabrera, socio Iberia Plus Plata, es uno de los nombres esenciales para entender la mixología de nuestro país. Su coctelería Salmón Gurú, en el madrileño Barrio de las Letras, acaba de ser incluida entre los 100 mejores bares del mundo. Fiel a su espíritu creativo, Cabrera no deja de buscar la inspiración. El argentino nos cuenta en qué destinos de Iberia la podemos encontrar.

¿Consideras que en España la coctelería juega un papel importante a nivel turístico?
Aún no somos tan punteros como Estados Unidos o Inglaterra, pero tenemos la calidad para lograrlo pronto y estamos evolucionando muy bien. Cada vez tenemos mejores bares, que son un complemento de lujo para nuestro gastroturismo.
¿Cuál es el reto que aún tenemos pendiente?
Hemos de ayudar a que el beber bien, de una manera sofisticada, se convierta en parte de nuestra cultura.
¿Tú viajas mucho para probar mezclas?
Lo hago sobre todo para buscar inspiración, y no solo a ciudades habituales como Berlín, que organiza en octubre su congreso Bar Convent. También me gustan los destinos que se salen de lo establecido en el mundo de la coctelería, entre ellos Japón, Argentina y Perú, donde el año pasado me llevé una gran sorpresa. Visité Trujillo, Ica, Cuzco y Lima, donde descubrí un lugar llamado ámaZ. Este restaurante solo utiliza productos de la Amazonía para sus cócteles. Quiero volver con un grupo de profesionales del sector.
La carta de tu local, Salmón Gurú, rinde homenaje a destinos como tu Argentina natal.
Cuba tiene el mojito; Perú, el pisco sour; y México, la margarita. Argentina no tenía trago y por eso creamos uno: el Mate. Tiene Jenever (ginebra que se bebe en el campo) macerada con jengibre, cardamomo, chile (que representa el humor de los argentinos), sirope de azúcar, limón y hierba mate en polvo. Lo sirve dentro de una gota de agua, congelada y hueca, que representa la mayor reserva de agua del mundo: el glaciar Perito Moreno, en la Patagonia. Yo empecé a valorar Buenos Aires viviendo fuera. Eso nos pasa alguna vez a todos: cuando vuelves, te conviertes en turista y entonces haces cosas que no hacías cuando vivías allí, y redescubres tu ciudad y sus gustos.

¿Qué bares porteños recomiendas?
Me encantan Dopplegänger, el speakeasy Nicky Harrison, Florería Atlántico y Uptown, que simula un tren de Nueva York.
Cuando Iberia volvió a La Habana en 2015, colaboraste en el vuelo inaugural sirviendo mojitos a bordo. ¿Cómo recuerdas la experiencia?
Fue un gran reto porque, después de prepararlo todo, hubo tal demanda de ese vuelo que se cambió a una aeronave mayor. Sin embargo, aún hicimos una master class en clase Business y servimos hasta 450 mojitos (porque algunos clientes repitieron). Los pasajeros fliparon y, tres días después, todavía nos pararon en la calle para felicitarnos.

Eres Iberia Plus Plata. ¿Tienes algún plan en mente para usar tus Avios?
Los estoy acumulando para irme el año que viene a Johannesburgo y, desde allí, a un safari.
Si tuvieras Avios ilimitados, ¿para qué los usarías?
Sin duda, para dar la vuelta al mundo. Me fui de Argentina para recorrer el mundo, porque pienso que está hecho para eso, y luego transmitir lo que veo, a través de la coctelería.