Sobrevolando Latinoamérica
Cuatro deportes y cuatro destinos, ideales para vivir Latinoamérica al límite y conseguir una buena dosis de adrenalina, desde 42.500 Avios.
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1 ¿Volar, bucear y saltar sobre el agua como un delfín? Con el Flyboard se puede
Este deporte acuático fue inventado en 2011 por el francés Franky Zapata y cada vez puede verse en más playas de todo el mundo. En República Dominicana hay cinco de estas aerotablas en alquiler y uno de los mejores lugares para probarlas es Bayahíbe, al oriente del país, donde trabaja el instructor oficial Adrien Duclos. Los profesionales como él pueden elevarse hasta nueve metros sobre el mar, aunque dos son el máximo para los clientes.
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2 El gran salto en Guatemala
El lago Atitlán y los volcanes que lo rodean (el San Pedro, el Tolimán y el Atitlán) se pueden admirar desde una lancha, en bicicleta, a caballo o paseando. Pero la opción más espectacular la ofrece el parapente. Desde un pico de 2.400 metros de altura, conocido como “el despegue”, se inicia un vuelo libre de entre 30 y 45 minutos que aprovecha las corrientes de viento que entran desde ambos lados de los volcanes hasta aterrizar finalmente en la playa de Panajachel. Compañías como Roger´s Tours permiten probar la experiencia acompañado de un instructor.
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3 Vuela con el viento a favor
Los alisios tiran de las cometas de kitesurf en Punta Chame, en el Pacífico, a hora y media de Panamá capital. Aquí es donde soplan entre diciembre y abril los mejores vientos del país para practicar este deporte. Por eso la española Gisela Pulido, diez veces campeona del mundo, ha abierto una escuela en el hotel Nitro City.
Texto de David López Canales
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4 Los hombres voladores de México
Este deporte es más para ver, que para practicar. En una visita a México, sólo con asistir en directo a un espectáculo de los voladores puede provocar un subidón de adrenalina. Los voladores utilizan un palo de madera de 20 m de altura, mientras en el centro el llamado caporal, da vueltas sobre sí mismo tocando una flauta y un tamborcillo para rendir culto al sol y a los cuatro puntos cardinales. Cuando el caporal lo indica, los voladores, se arrojan de espaldas, bocabajo, atados por la cintura con una cuerda, y empiezan a volar alrededor del palo, en una danza que simula la caída de los rayos del sol y de la lluvia. El 90% de los voladores que aún practican la danza, unos 600 en total, se concentran en esta localidad del estado mexicano de Veracruz.
La Ceremonia Ritual de los Voladores se puede presenciar en la Ciudad de México, en la explanada del Museo Nacional de Antropología e Historia, en el centro histórico de Papantla, en la zona arqueológica de El Tajín, o en el centro histórico de Cuetzalan, en Puebla.