Aventuras sostenibles en Noruega
Noruega es uno de los países más avanzados del mundo en la protección del medio ambiente. Oslo ha sido Capital Verde Europea en 2019 y otras ciudades y regiones por todo el país llevan años trabajando para reducir su impacto y el de sus visitantes sobre la naturaleza. En 2013 se creó el certificado de “Destino Sostenible” para distinguir a aquellos que cumplan con los principios de la sostenibilidad turística ofreciendo la mejor experiencia a los viajeros. Más de una docena de lugares ya lo han recibido, entre ellos los 5 que te presentamos, y otros tantos están en vías de conseguirlo pronto.
Svalbard: la fiesta del sol ártico
Este archipiélago mítico de las expediciones árticas en el siglo XIX es un lugar de fauna y naturaleza únicas. Dos tercios de sus habitantes viven en el asentamiento de Longyearbyen y el resto se reparten en pequeños pueblos de pasado minero. En torno al 65 % de su territorio está protegido, con tres reservas naturales, seis parques nacionales, 15 santuarios de aves y una zona de especial de interés medioambiental.
El 8 de marzo, Longyearbyen vivirá uno de sus mayores acontecimientos del año, el Festival del Sol, con exposiciones, conciertos, sesiones de DJs y otras actividades culturales y de ocio que reúnen a los locales con visitantes de todo el mundo.
Antes, del 6 al 12 de febrero, la localidad celebrará el festival de música clásica, contemporánea y danza más al norte que existe, el Arctic Chamber Music Festival, con una temática centrada en la luz azul que cubre el paisaje en esas fechas previas al regreso del sol.
Femund Engerdal: la región de los lagos
Este territorio entre la frontera con Suecia y las ciudades de Trysil y Røros está salpicado por más de 900 lagos y 67 montañas y cuenta con dos parques nacionales, Femundsmarka y Gutulia perfectos para los amantes del esquí de fondo, el senderismo, la navegación en canoas y el ciclismo de montaña. Para contemplar su fauna, hay alojamientos de madera construidos en las copas de los árboles que disponen cajas de comida para los animales salvajes. Verlos ‘desayunar’ al amanecer no se olvida fácilmente.
En el sur de Femund Engerdal habita una importante comunidad tradicional sami, también conocidos como lapones, que se dedica a la cría de enormes rebaños de renos. El 6 de febrero tiene lugar el Día Nacional Sami, con actos para celebrar y difundir esta cultura que tiene en Noruega a su población más numerosa.
Al llegar el verano, el histórico transbordador M/S Fæmund II, un barco de vapor construido en 1904, recorre las aguas del lago Femunden, uno de los más grandes del país.
Lærdal: historia y naturaleza
La iglesia de madera de Borgund, construida con 2.000 troncos y tablones en 1180 y perfectamente conservada ahora como museo, es la imagen más famosa de este municipio situado a 4 horas de Oslo y 3 de Bergen, a orillas del Sognefjord, el fiordo de mayor longitud y profundidad del país. La región es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco por la espectacularidad de sus paisajes naturales, pero también constituye uno de los grandes patrimonios noruegos por su arquitectura tradicional de madera, presente en localidades como Lærdalsøyri, con 150 edificios desde los siglos XVI y XVII, y también en propiedades dispersas a lo largo de todo el fiordo.
El Lærdalselva, o río de los salmones, indica con su nombre cuál es el gran atractivo de la zona para los pescadores y qué es lo que hay que probar en los restaurantes de la zona. En ellos imperan los productos locales, por sostenibilidad y por la abundancia de granjas donde se mantiene la rica agricultura tradicional de Lærdal.
En la localidad de Førde, se alza el vanguardista edificio del Sogn og Fjordane Museum of fine Art, que alberga casi un millar de obras de arte y objetos del siglo XX. Su nueva exposición temporal, que se prolongará hasta mediados de 2021 está dedicada precisamente a los objetos que poseemos y al consumismo, de acuerdo con una frase atribuida a Lao-Tse: “si posees más de siete cosas, no posees nada”.
Røros: entre mineros y granjeros
Fundada en 1644, cuando se descubrió un gran yacimiento de cobre, Røros llegó a ser una de las ciudades mineras más importantes de Noruega. Fue uno de los primeros lugares del país en obtener la certificación de Destino Sostenible en 2013. En febrero, del 18 al 22, tendrá lugar el pintoresco Rørosmartnan, una feria anual que ya lleva 166 ediciones –se instauró en 1854– y que reúne más de 250 puestos con productos tradicionales y locales. El acontecimiento, al que asistirán unos 70.000 visitantes, transforma la localidad con espectáculos ecuestres, atracciones, subastas, bailes y actividades culturales. Conviene estar presente para la inauguración, cuando llegan a Røros más de 80 trineos tirados por caballos desde Suecia y las regiones noruegas de Gudbrandsdalen, Østerdalen, Hedmark, Gauldalen, Selbu y Tydal, tras casi dos semanas de travesía a la antigua usanza.
De todas formas, muchos dicen que la mejor forma de experimentar Rørosmartnan es en los patios traseros de las granjas locales, donde acogen durante esos días y noches pequeños mercados tradicionales y espectáculos de música. Cualquiera que pase por allí es bienvenido.
Lyngenfjord: bajo la aurora boreal
Entre las ciudades de Tromsø y Alta, al norte del Círculo Polar Ártico y junto a la cordillera de los Alpes de Lyngen, en lo más alto de la Noruega continental pero perfectamente comunicado con el resto del país, se encuentra este fiordo que atesora algunos de los paisajes más espectaculares de esas latitudes. En invierno, es una de las mejores regiones para contemplar la aurora boreal y practicar deportes de nieve. El senderismo, el avistamiento de ballenas, la escalada en hielo, los trineos de perros y renos y multitud de deportes extremos son otros argumentos para viajar hasta allí durante todo el año. Algunos se acercan también hasta la localidad de Årøybukt, donde está la destilería de whisky más septentrional del mundo. En verano, su gran acontecimiento es el Riddu Riđđu Festival, una fiesta dedicada a la cultura del pueblo sami y a todas las culturas indígenas que incluye conciertos, arte, teatro, danza, campamento juvenil, actividades infantiles, talleres artísticos y seminarios, entre otras actividades. Este año tendrá lugar del 8 al 12 de julio. Un poco antes, en las fechas próximas al solsticio de verano –el 20 de junio en 2020– puede realizarse senderismo bajo el sol de medianoche, también llamado día polar, cuando el sol se detiene en el horizonte sin ocultarse hasta volver a ascender la mañana siguiente.
Imágenes cortesía de visitnorway.com