Los mejores hoteles europeos para perderse en la naturaleza
Privacidad, grandes espacios y vistas son tres de las características más repetidas cuando se define el lujo en los viajes. Y todas ellas se encuentran en abundancia en esta selección de cinco hoteles europeos instalados en plena naturaleza: en una cumbre alpina, en un fotogénico desierto o en lo más verde de la verde Irlanda… El turismo, que nació con una posada al borde del camino, vuelve a crecer lejos de las ciudades en muchos de los 600.000 hoteles europeos, en los que cerca de un tercio de los huéspedes prefieren el turismo de naturaleza. Un tipo de viaje que crece tres veces más rápido que el resto, según la Organización Mundial del Turismo, y que además es más sostenible económicamente: deja el 65% del gasto de los turistas en el destino.
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1 3100 Kulmhotel Gornergrat | Suiza
Pocos lugares en el mundo pueden presumir de que su terraza tenga vistas a 29 cuatromiles. Dos miradores astronómicos rematan las torres de un edificio con empaque en el que no se sabe lo que es la contaminación lumínica: el del Kulmhotel Gornergrat, en plenos Alpes suizos y frente al icónico Matterhorn. Llegar hasta allí ya es parte del espectáculo: un viaje de 40 minutos en tren cremallera desde Zermatt, a través de pastos cubiertos de nieve o resistentes y olorosos pinos, dependiendo de la época del año. Si se prefiere combinar el paisaje de altura con el diseño el destino es el 7132 Hotel, en Vals, premio Pritzker de Arquitectura y con asombrosas piscinas exteriores entre la nieve.
Vuela a Ginebra desde 4.500 Avios (por trayecto).
El hotel 3100 Kumhoteel Gornegrat, con 3.100 metros de altitud, es el más alto de Suiza -
2 Malhadinha Nova | Portugal
La quietud y el silencio del Alentejo, su personalidad extrema, tradicional y ascética se concentra en este hotel, una “herdade” (granja en portugués) de 450 hectáreas formada por diferentes casas desperdigadas que fueron de residencia y trabajo. Ahora, sin abandonar las tareas agropecuarias, la finca se ha reconvertido en un hotel en el que el lujo es el paisaje. Su restaurante está en manos del chef Joachim Koerper, responsable del Eleven de Lisboa, con una estrella Michelin.
Encinas, olivos, viñedos que ocupan 80 hectáreas, ganado y una luz tan plana como sus horizontes son los argumentos de este retiro en el Malhadinha Nova del Alentejo (Portugal) -
3 TreeHotel | Suecia
A 60 kilómetros del Círculo Polar se pueden ver auroras boreales de marzo a noviembre con tan sólo levantar la vista, se puede asistir al sol de medianoche durante todo el verano y se puede dormir en un árbol. El sueco TreeHotel cuenta con 7 cabañas construidas sobre pilares de madera en las copas del bosque de Harads.
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4 Aire de Bardenas | España
Un paisaje de arcillas, yesos y areniscas esculpido por el viento hasta disfrazarlo de un desierto (estepa, en realidad) tan fotogénico que lo mismo sirve como nido de dragones en Juego de tronos que como escenario de innumerables anuncios de coches. Son las Bardenas Reales, el insólito espacio protegido navarro en el que se ubica el hotel Aire de Bardenas que decidió añadirle más extrañeza al paisaje con sus formas cúbicas, sus habitaciones burbuja y sus jardines pedregosos. Un alojamiento multipremiado en el que la desolación del entorno se mete en tu habitación y ya tú ves qué haces con ella.
Vuela a Pamplona desde 4.500 Avios (por trayecto).
El hotel Aire de Bardenas ha sido galardonado en 35 ocasiones, con premios de arquitectura, interiorismo o fotografía -
5 Castlemartyr | Irlanda
La vida campestre a la manera irlandesa incluye densos bosques esmeralda, costas de dramáticos perfiles y castillos, si puede ser, para dormir en ellos. Es el caso del cinco estrellas Castlemartyr, en Cork Este, donde un jardín de setos simétricos y grandes extensiones verdes protege las ruinas de un castillo templario de 1210 y una Manor House del siglo XVII que es donde los huéspedes acceden a la vida palaciega.
Vuela a Dublín desde 7.500 Avios (por trayecto).
El hotel Castlemartyr está muy cerca del Parque Natural de Foto y cuenta con 90 hectáreas de arroyos serpenteantes, parques, un lago lleno de vida silvestre y jardines que reconstruyen los parterres históricos.