La reciente pandemia ha traído consigo una crisis económica importante. Pero también, en términos mucho más optimistas, una revisión de nuestra realidad. Su implantación, que ya venía vislumbrándose, se ha acelerado.

Se han producido grandes cambios en la sociedad. Temas como sostenibilidad, inclusión, conectividad, seguridad, salud, longevidad o investigación, influyen enormemente en nuestro modo de pensar y en nuestros hábitos.

Fruto de ello emergen con fuerza los nuevos motores de desarrollo económico global que, centrados en determinadas temáticas, generan nuevas oportunidades de inversión.

BBVA, partiendo de la identificación de cuatro Megatendencias (sostenibilidad/disrupción tecnológica/consumo y estilos de vida/cambios demográficos y sociales), ha puesto al alcance de sus clientes la inversión en ellas a través de un módulo compuesto por una serie de fondos temáticos, gestionados por las principales gestoras internacionales. Fondos compuestos al 100% de renta variable y sin asignar un fondo a cada Megatendencia, ya que cada uno de ellos participa en mayor o menor medida en cada una de las cuatro.

“Este modelo de inversión se adecúa a lo que busca el cliente porque, por un lado, se trata de invertir con un nuevo enfoque mostrando ideas más tangibles, donde el racional de la inversión es más evidente; y por otro, porque la inversión a través de Megatendencias supone un excelente complemento en el marco de una cartera diversificada”, explica la directora de asesoramiento y grandes patrimonios de Banca Privada de BBVA, Belén García-Moya. “Combinamos tendencias con mayor exposición al crecimiento económico con otras que ofrezcan más estabilidad e ingresos recurrentes en un entorno de debilidad económica, lo que nos permite obtener una diversificación adecuada y unas rentabilidades ajustadas a riesgo de calidad”.

 “La clave es, sin duda, la generación de valor, destacando a su vez la importancia de la diversificación. De hecho, nuestro módulo de Megatendencias ha batido de manera muy significativa al índice de renta variable mundial en el complicado año 2020”, concluye Belén.