Inspiración Alejandro  González Luna
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Maldivas, más allá de la playa y el sol

Disfrutar del espectáculo natural de la bioluminiscencia en la isla Vaadhoo, probar delicias culinarias callejeras como el gulha, navegar entre islas o salir a pescar en un dhoni, nadar con tiburones ballena, visitar la lonja de pescado de la capital, Malé, o callejear por el centro y visitar alguna de sus mezquitas. Descubrimos otras caras de este paraíso en el Índico, al que puedes volar este verano desde solo 25.500 Avios por trayecto, para combinar con el descanso en unas vacaciones inolvidables.

  1. 1 Hacer yoga en el paraíso

    Maldivas se ha convertido en un lugar predilecto para los practicantes de yoga, que vienen a sus islas para hacer un retiro espiritual en lugares como el atolón Baa, declarado Reserva Natural de la Biosfera de la Unesco. El entorno paradisiaco de este archipiélago es propicio para la relajación y el recogimiento. Algunos vienen aquí para olvidar el estrés y desconectar del ruido del mundo; otros, para estar a solas y en silencio consigo mismos. ¿Te animas? Si nunca has practicado yoga, no te preocupes: en Maldivas encontrarás a numerosos instructores que te enseñarán a meditar correctamente.

    Maldivas se ha convertido en un lugar predilecto para los practicantes de yoga.
    Si nunca has practicado yoga, no te preocupes: en Maldivas encontrarás a numerosos instructores que te enseñarán a meditar correctamente / Imagen cortesía de Turismo de Maldivas
  2. 2 El mar de estrellas de Vaadhoo

    Algunas noches, en la isla de Vaadhoo, las playas se confunden con el firmamento: el mar brilla en la oscuridad como si en el agua flotaran estrellas. Este espectáculo que parece propio de una película fantástica es, en realidad, un fenómeno natural que se conoce como bioluminiscencia. Se produce a veces en esta isla deshabitada cuando el plancton que se acumula en la playa entra en contacto con el oxígeno.

    Disfruta del espectáculo de bioluminiscencia en la isla de Vaadhoo en tus vacaciones en Maldivas.
    Ver las olas mecerse pintando la orilla de azul fosforescente es una experiencia que se puede vivir en muy pocos lugares del planeta / Imagen de PaweIG Photo:AdobeStock
  3. 3 Delicias culinarias

    Degusta en un puesto callejero algunos de los platos típicos de las Maldivas, como el gulha, una albóndiga que se prepara con harina y coco, y que contiene atún, hojas de curry, jengibre, limón, cúrcuma y chile (si te animas, incluso podrás aprender a prepararlo en una clase exprés de cocina). Con una fuerte influencia de la India y Sri Lanka, la cocina local también cuenta con otras especialidades que te harán querer repetir, como el kuli Boakiba, un pastel de pescado picante; la bajiya, un tentempié de pescado seco, curry y cebolla; la ensalada mashuni, con coco, limón, chile y atún; o la tarta foni boakiba, un postre horneado de arroz dulce con coco y almendras. Esta es la mejor puerta de entrada a la cultura de los maldivos.

    El mashuni, una ensalada a base de coco, limón, chile y atún es el desayuno típico en Maldivas.
    En Maldivas, es muy típico tomar el mashuni como desayuno, acompañado del roshi, un pan muy parecido al roti de India / Imagen cortesía de Turismo de Maldivas
  4. 4 Navegar entre islas

    A 700 kilómetros al sur de la India, el archipiélago de las Maldivas se encuentra sobre una gran cadena de montañas submarinas. Tiene en total unas 1.200 islas repartidas entre 26 atolones (estructuras coralinas en forma de anillo con una laguna interior que comunica con el mar). Solo unas 200 de sus islas están habitadas. Puedes viajar entre ellas en ferry o en hidroavión. Algunas de las más queridas por los viajeros –ya sea por sus lagunas de arena blanca y agua turquesa o por su ambiente vibrante– son Gulhi, Dhiffushi, Rasdhoo, Reethi, Himmafushi o Maafushi. También puedes navegar por sus aguas en catamarán, o hacer excursiones en barco y pasar la noche en alguna de sus islas desiertas.

    Sal a pescar con los pescadores locales en un dhoni, el barco típico del país en tu viaje a Maldivas.
    En Maldivas, también puedes salir a pescar con los pescadores locales en un dhoni, el barco típico del país / Imagen cortesía de Turismo de Maldivas
  5. 5 Una ciudad con historia

    No puedes dejar de visitar Malé, la capital de Maldivas desde antes del siglo XII. Con más de 100.000 habitantes, es la sede del gobierno y el centro comercial del país. Aquí podrás conocer a fondo su cultura local y su historia. Pasea por las callejuelas del centro. Conoce la Plaza de la República y el Parque del Sultán. Acércate a su lonja de pescado, si puede ser en la tarde, que es cuando los pescadores vuelven del mar y traen aquí sus pescados para venderlos. O asómate al mercado local y descubre la exquisita variedad de productos e ingredientes que se producen en estas islas. Y, por supuesto, no te puedes marchar sin antes descubrir sus hermosas mezquitas, como la Mezquita del Viernes, que data de 1153.

    La Mezquita del Viernes está construida con rocas de coral que, aunque es blando cuando está mojado, forma unos bloques muy resistentes al secarse.
    La Mezquita del Viernes está construida con rocas de coral que, aunque es blando cuando está mojado, forma unos bloques muy resistentes al secarse / Imagen de David Brown:AdobeStock
  6. 6 Deportes acuáticos y submarinismo

    Además de ofrecerte la oportunidad de relajarte en uno de los entornos naturales más espectaculares del planeta, Maldivas también es un lugar perfecto para practicar todo tipo de deportes acuáticos, desde el surf, el windsurf o el paddle surf al wakeboard, el kneeboarding o el parasailing. Tú eliges. Las cálidas aguas de sus playas y de las lagunas de sus atolones son idóneas también para bucear o hacer snorkel. Al sumergirte en ellas, podrás descubrir sus arrecifes de coral y sus bancos de peces de colores, o nadar con tiburones ballena, tortugas carey, delfines o mantarrayas.

    Disfruta de actividades alternativas al sol y playa en Maldivas como ir de una isla a otra en kayak.
    También puedes subirte a un kayak y recorrer plácidamente las playas de algunas de sus islas locales, sin otra distracción que el sonido de la brisa y el agua / Imagen de moofushi:AdobeStock