Siete castillos para asomarse a la historia del norte de Alemania
En los alrededores de Hamburgo, en el norte de Alemania, numerosos castillos y palacios antiguos, joyas arquitectónicas de gran valor histórico, siguen en pie entre elegantes jardines y entornos idílicos. Te mostramos siete de los más impresionantes. Llega a todos ellos desde Hamburgo –están a entre 30 y 90 minutos de camino–, adonde puedes volar desde 7.500 Avios por trayecto.
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1 El palacio de Ahrensburg
Considerado unp de los mejores ejemplos del Renacimiento del norte de Alemania, el palacio de Ahrensburg está rodeado por un jardín inglés y un foso. Su imponente fachada blanca sobrecoge la vista. Fue construido en torno a 1585 por Peter Rantzau, un enviado del rey de Dinamarca Federico II. Se encuentra a 30 kilómetros al noroeste de Hamburgo, en el sur del estado de Schleswig-Holstein. Fue transformado en un museo privado en 1935 y sirvió como hospital militar durante la II Guerra Mundial. Entre 2009 y 2015 fue sometido a una profunda renovación. Paséate por su Salón Azul o su sala de fiesta (escenario de bodas y conciertos), visita su capilla, sube la escalera rococó que conduce a la plantas superiores y descubre allí numerosos tesoros de los siglos XVII y XVIII.
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2 El castillo de Reinbek
Fue erigido entre 1572 y 1576 por el duque Adolfo I de Schleswig-Holstein-Gottorf junto a las ruinas de un antiguo monasterio cisterciense de la edad media. El castillo, revestido de ladrillos rojos y bandas de piedra arenisca, se encuentra a media hora del centro de Hamburgo. Se divide tres alas y cuenta con un patio porticado y varios espacios verdes, entre ellos un jardín de estilo paisajístico inglés con fuentes y un estanque, al sur del edificio. Tras sufrir varias modificaciones, fue restaurado entre 1977 y1987 según los modelos históricos, devolviéndole al castillo su estilo renacentista holandés original. Un tour guiado permite visitarlo por dentro y descubrir el atractivo particular de cada estancia. En su sótano se muestran de manera permanente piezas encontradas en la excavación del monasterio, y en las paredes de la antigua cocina se alojan exposiciones temporales de arte. En el antiguo salón de baile se suelen celebrar, entre otras actividades, conciertos de música clásica.
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3 El castillo de Plön
Tras casarse con la princesa Dorotea Augusta, el duque de Schleswig-Holstein, Joaquín Ernesto, mandó a construir este castillo como residencia para el matrimonio. Ubicado en una colina de Plön, está a poco más de una hora en coche desde Hamburgo. El edificio, de tres alas y con elementos del Renacimiento tardío y del Barroco, fue levantado sobre las ruinas de otro castillo del siglo XII. Su edificiación tuvo lugar entre 1633 y 1636, durante la guerra de los Treinta Años. Con el tiempo se convirtió en la residencia de verano de los reyes daneses, y después, en una academia militar prusiana. Sirvió durante un día como sede del gobierno de Dönitz, el general que firmó la rendición de Alemania en la II Guerra Mundial. Se puede realizar un tour por el castillo y sus alrededores.
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4 El castillo de Eutin
Tiene unos 850 años de historia. Se originó a partir de un castillo medieval del siglo XII y se fue ampliando a través del tiempo hasta adquirir, tras un incendio hacia principios del siglo XVIII, su aspecto actual: una hermosa estructura barroca recubierta de ladrillos nórdicos, con cuatro alas, dos torres de esquina, una torre de puerta, galerías alargadas y un patio de aspecto mediterráneo en su interior. A su alrededor encontramos el lago Eutin, un impresionante jardín paisajístico inglés y uno de los huertos (de casi dos hectáreas) mejor conservados de Alemania. Perteneció en un principio a los obispos de Lübeck y después pasó a ser la residencia de verano de los duques de Oldemburgo. Es uno de los monumentos culturales más importantes del estado federado de Schleswig-Holstein.
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5 El palacio de Ludwigslust
Frente a su imponente fachada de piedra arenisca hay una cascada, y detrás, un estanque donde el palacio se refleja con todo su esplendor. Alrededor, un jardín paisajístico inglés. Se lo hizo construir el príncipe Christian Ludwig, heredero del duque de Mecklemburgo-Schwerin, entre los años 1772 y 1776. El edificio reúne elementos arquitectónicos del barroco tardío y el clasicismo. Está delicadamente integrado con su entorno natural y la ciudad que lo acoge, Ludwigslust, en el estado de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, en el norte de Alemania (a una hora en coche aproximadamente desde Hamburgo). Su interior es una joya que conserva parte del mobiliario original, así como pinturas de gran calidad de siglos pasados. El palacio ofrece al público visitas guiadas.
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6 El palacio de Schwerin
Su historia se remonta al siglo X, época en la que el pueblo eslavo de los oboditras ocupaba la zona, aunque el edificio actual fue construido entre 1843 y 1857 por encargo del duque de Mecklemburgo-Schwerin, Federico Francisco II. De estilo neorrenacentista, el palacio tiene cinco alas y la asombrosa cifra de 653 habitaciones. Se alza sobre un islote en medio del lago Schwerin y está rodeado por un jardín barroco, un invernadero, una gruta y un patio con fuente, esculturas, arco y columnata. Entre sus estancias más destacadas están el Salón del Trono y la galería de retratos de los distintos duques de Mecklemburgo-Schwerin. Por sus grandes dimensiones y su sofisticación arquitectónica, está considerado como uno de los edificios más importantes del historicismo alemán. En la actualidad funciona como un gran museo que muestra a los visitantes su historia.
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7 El castillo de Bothmer
Fue construido entre 1726 y 1732 por encargo del conde Hans Caspar von Bothmer, un destacado político y diplomático de su época que se desempeñó como enviado de la Casa de Hannover en Londres –allí vivió en la casa de los primeros ministros, el número 10 de Downing Street–. De ahí la influencia inglesa del castillo de Bothmer, al que algunos se han referido como “un pedazo de Inglaterra en Mecklemburgo”. Está ubicado en la zona conocida como “Klützer Winkel”, en las afueras de la ciudad de Klütz, a tan solo 4 kilómetros al sur del mar Báltico. Formado por 13 estructuras individuales recubiertas de ladrillos rojizos, el castillo es el complejo palaciego barroco más grande del estado alemán de Mecklemburgo-Pomerania Occidental. Se levanta sobre una isla rodeada por un foso y un espectacular jardín paisajístico.