Compras Rafael de Rojas
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De cómo Múnich convirtió la moda tradicional en vanguardia

Cuando los muniqueses descubrieron que sus trajes tradicionales podían ser atractivos y elegantes también en los nuevos tiempos, los sacaron de la Oktoberfest para introducirlos en la vida cotidiana y sus celebraciones. Una nueva generación de diseñadores los ha acercado a la alta costura y, con su visión moderna, vuelven a ser seña de identidad de la ciudad.

Vuela a Múnich desde 7.500 Avios por trayecto.

La palaciega, turística y multicultural Múnich, la de las mil tiendas, con sus 450.000 metros cuadrados dedicados al shopping, nunca ha dejado de contar con un dinámico corazón creativo. En lo que se refiere a la moda, es cuna de las prendas que más se identifican con la tradición alemana, las trachten: vestidos entallados de amplios escotes o pantalones de cuero con tirantes.

Las trachten, los trajes tradicionales de Múnich, han pervivido gracias a celebraciones como la Oktoberfest.
Estos trajes históricos pervivieron gracias a la Oktoberfest y a las élites conservadoras, que lo usaban en sus celebraciones. Ahora están en las calles a diario gracias a una nueva generación de diseñadores y clientes que se han puesto de acuerdo en que la tradición es lo más moderno / Imagen de Rawf8:Adobe Stock

Entre calles empedradas, cervecerías legendarias y picudas iglesias góticas, los escaparates del casco antiguo vuelven a estar ocupados por actualizados dirndl y pantalones lederhosen recreados que acaban lo mismo en una boda que en un club. Estas boutiques lo han cambiado todo en zonas de moda como el fashionista Glockenbachviertel o el olímpico y espacioso Milbertshofen.

Buena parte del éxito de este regreso de las trachten se debe a la favorecedora silueta que dibujan los dirndls, que entallan con su corsé y permiten amplios escotes.

El dirndl de Caroline Herrrmann-Lauenstein en su Die Rockmacherin

La pionera que consiguió traer esa prenda al siglo XXI con una aceptación que hizo virar toda la moda muniquesa fue Caroline Herrmann-Lauenstein a través de su colección Die Rockmacherin. La diseñadora es una enamorada de la tradición: ya hace 20 años decidió devolver el dirndl al día a día con versiones que permitían combinarlo con ropa actual, desde una camiseta a una blusa elegante, con tacones o con zapatillas.

Lola Paltinger: El tracht a la alta costura

Otra de las veteranas es la diseñadora Lola Paltinger, que se formó con Vivienne Westwood y ya hace tres décadas apostó por llevar la alta costura al tracht. Sus sofisticados y elegantes diseños lograron salir de la ciudad y llegar a Hollywood y a las pasarelas internacionales, con clientes como Salma Hayek o Kim Kardashian. Lola asegura que una vez que se conoce a alguien con estas prendas, decepciona verlos luego con ropas normales.

“Los dirndl son sexys y femeninos”, asegura Lola.

Alpenmädl, también de boda

El taller Alpenmädl, de Claudia Nowka, especializado en trajes nupciales tradicionales, también se apuntó a la reinterpretación de estas piezas en la moda cotidiana. Empezaron con las novias que querían casarse con ropajes clásicos bávaros hechos a medida, una costumbre que había pervivido y que está más de moda que nunca. Ahora, su tienda combina esos trajes de boda con nuevos diseños exclusivos.

Angermaier, Gottseidank, Noh Nee, Holareidulijö y otras marcas que se suman a la revolución del Trachten

La prueba de la popularización de estas prendas es la existencia de marcas como Angermaier, que vende dirndls a partir de 80 euros y cuenta con cuatro tiendas: dos en Munich, una en Berlín y otra en Stuttgart, además de diversos espacios temporales durante la temporada alta, los meses que preceden a la Oktoberfest. Se trata de una especie de Zara de los trachten, atenta a todas las tendencias y diseños, de los clásicos a los más actuales, de los formales a los que sirven para bailar cualquier sábado en una discoteca.

Y si Angermaier es para todos, Gottseidank es para los más modernos. La tienda ocupa un edificio restaurado lleno de carácter en el barrio de Milbertshofen, con un ambiente informal, joven y minimalista. Su apuesta es puramente de vanguardia, con lederhosen y dirndls artesanales rediseñados para que vayan más allá de un simple toque contemporáneo.

Pero si hay una reinterpretación absoluta de los dirndl es la de Noh Nee, de las hermanas Rahmée Wetterich y Marie Darouiche, de origen africano. Sus diseños mezclan sin complejos sus dos mundos: Munich, que las acogiera hace cinco décadas y que aporta el dirndl, y lugares como Mali y Ghana, en donde se inspiran para realzar el corte tradicional con coloridos estampados.

Las tiendas de segunda mano, una institución en un Munich con sus 18.000 estudiantes allí viviendo, también se ha apuntado a sta moda, con el ejemplo destacado de Holareidulijö cuyas trachten vintage se seleccionan entre las más elegantes y fashionables.

La Neuhauser Strasse es una calle peatonal y lugar principal para las compras en Múnich.
La Neuhauser Strasse es una calle peatonal y lugar principal para las compras en Múnich / Imagen de FooTToo:shutterstock

Las compras en Munich no acaban en los dirndl y hay mucha moda joven de moda en marcas locales como Oska y Mykke Hofmann, la masculina de línea clara Hannibal o las creaciones de Angelika Paschbeck, que borda sus barrocos pañuelos en su atelier de Westend. Entre los más reconocidos internacionalmente, destacan los diseños de Escada, Susanne Wiebe y Gabriele Blachnik, que cuentan con un público de famosos y estrellas de cine. Y hay relevo, con jóvenes creadores, como Ayzit Bostan, la marca conjunta internacional Talbot Runhof, Natascha Muellerschoen, el grupo veinteañero "A Kind of Guise" y Patrick Mohr, cuyos diseños tratan de ir siempre un poco más lejos. Los complementos también tienen su espacio en las calles de Munich, con ejemplos nativos como los sombreros de Nikki Marquardt y las joyas de Saskia Diez e Isabella Hundt. Con dirndl o sin ellos, todos viven, trabajan y se inspiran en una ciudad tan diversa como amante de una tradición que les une.