Madeira paso a paso
La célebre isla portuguesa es con su clima cálido un auténtico paraíso atlántico, una exuberante postal natural a menos de dos horas de la Europa continental, que hará las delicias de cualquier aventurero. Desde la orilla del océano hasta las cumbres montañosas, te proponemos 5 rutas de senderismo por las que perderte y descubrir un edén subtropical de calderas y paisajes espectaculares, pueblos encantadores, sus famosas levadas centenarias y el bosque de laurisilva, hoy Patrimonio Mundial.
-
1 Vereda do Areeiro
Esta ruta, que conecta los tres picos más altos de Madeira (Pico do Areeiro, Pico das Torres y Pico Ruivo), es una de las más épicas de toda la isla. Su recorrido es bastante intenso y requiere de una buena condición física, pero el esfuerzo merece la pena. La ruta atraviesa túneles horadados en la montaña, cumbres bañadas por las nubes y cuevas y escaleras excavadas en las rocas. En el pico más alto de la isla, Pico Ruivo, se encuentra el refugio Casa de Abrigo, un lugar de reunión al que también llega la ruta de Achada do Teixeira, alternativa menos exigente para quienes quieran coronar la cumbre con menos esfuerzo y desde donde se avista el monolito del Homem em Pé.
-
2 Vereda da Ribeira da Janela.
Si quieres realizar una ruta fácil y corta (alrededor de 2 kilómetros) que, sin embargo, te permita disfrutar del gran entorno natural de Madeira, este es tu recorrido. El trazado sigue los pasos de una antigua vereda utilizada por los madeirenses para transportar todo tipo de mercancías a través del bosque, conectando antiguamente las poblaciones de Ponta do Sol y Calheta con Ribeira da Janela, un pequeño y pintoresco enclave agrícola a orillas del mar hundido en un impresionante valle. Entre sus cultivos en terraza y su playa de guijarros algunos turistas encuentran la tranquilidad antes de completar otra de las rutas más icónicas de la isla: la Levada dos Cedros.
-
3 Caminho Real do Monte
El trazado de esta ruta, de unos 8 kilómetros de intensidad moderada, une el paisaje montañoso del Parque Ecológico de Funchal con el patrimonio histórico de Monte. A lo largo del recorrido, visita el Mirador de Pico Alto situado a 1129 metros de altitud y desde donde se puede contemplar la bahía de Funchal. Al final del camino aguarda el Santuario de Nossa Senhora do Monte, en la que descansan los restos de Carlos I de Austria, junto con el Jardín Botánico Monte Palace, uno de los más bonitos de Europa.
-
4 Ponta de São Lourenço
Esta ruta, una de las más extraordinarias de Madeira, recorre una singular península situada en el extremo noreste de la isla. Fue declarada Reserva Natural por, entre otros motivos, constituir el hábitat de la foca monje. Desde sus impresionantes acantilados se atraviesa un paisaje de origen volcánico que contrasta con la exuberante naturaleza verde del resto de Madeira. El recorrido es ligeramente superior a los 7 kilómetros y, aunque es apta para todos los niveles, hay que prever que se encuentra en una zona de fuerte viento. Muchos senderistas optan por terminar su aventura con un chapuzón en las cristalinas aguas del muelle de Sardinha.
-
5 Levada do Rei
Con una dificultad intermedia y una extensión de unos 10 kilómetros (ida y vuelta), este trazado por las famosas levadas de Madeira, se inicia en la parte norte de la isla y poco a poco se adentra en el corazón de la misma. La ruta comienza en São Jorge, un enclave verde que cuenta con un imponente mirador y un molino de más de 300 años que aún funciona alimentado por el agua de esta levada; el sendero culmina en Ribeiro Bonito a orillas de un manantial dentro del frondoso Bosque de Laurisilva, que fue declarado Patrimonio Natural por la Unesco en 1999.