Ruta de Volcanes en El Salvador
El Parque Nacional Complejo Los Volcanes, a unos 60 kilómetros de distancia de San Salvador, capital del país, alberga los 3 volcanes más famosos de los 14 que forman la Cordillera de Apaneca-Ilamatepec. Este trío forma una de las rutas más escénicas del país, con cumbres que alcanzan los 2381 metros, además de espectaculares lagos como el de Coatepeque o la laguna de azufre del volcán Santa Ana. Si eres amante de la aventura, puedes viajar a El Salvador desde 42 500 Avios (ida y vuelta).
Reconocido por la Unesco en 2007, el Parque Nacional de los Volcanes se caracteriza por ser uno de los parajes más ricos de El Salvador, con especies de plantas únicamente presentes en este punto del país y con comunidades de mamíferos, como los coyotes y aves como el águila negra, que lo convierten en un notable corredor biológico. Sin embargo, sus más impresionantes joyas son los 3 volcanes jóvenes que inician la Cordillera Apaneca-Ilamatepec, reconocida como Reserva de la Biosfera y situada en la zona occidental del país.
El primero de los 3 volcanes es el de Izalco, cuyo nombre proviene del idioma náhuatl y significa “lugar en las arenas negras”, aunque históricamente ha sido bautizado con el sobrenombre de “El Faro del Pacífico”, debido a la facilidad con la que podía ser avistado desde el océano dadas las constantes erupciones que mantuvo durante años, la última de ellas a mediados del siglo pasado. Si bien es cierto que sigue siendo un volcán muy estudiado, desde la década de los 60 ha ido presentando importantes descensos de temperatura, lo que permite a los visitantes coronar sus 1950 metros altitud y pasear por su cráter en compañía de un guía. Destaca por ser considerado un volcán muy joven, ya que algunas fuentes históricas sitúan su aparición en el año 1770, lo que le ha convertido en un destino icónico para las comunidades locales. La ruta hasta coronar la cima del Izalco puede ser exigente, pero suele completarse en unas 3 o 4 horas de ascenso y otras 2 de bajada.
El segundo volcán por orden de altura es del Cerro Verde, o Cuntetepeque en náhuatl (que significa “cerro de nubes”), presentando una altitud de 2030 metros sobre el nivel del mar y una antigüedad de 1 millón y medio de años, dándose su última erupción hace 25 000 años. Desde entonces, su cráter se fue erosionando y hoy los visitantes encontrarán sobre él un frondoso bosque por el que también se puede pasear. Asimismo, recibe el nombre Cerro Verde el Parque Recreativo que fue fundado en 1955 por Raúl Contreras dentro del conocido como Complejo de los Volcanes para preservar la riqueza medioambiental de la zona. Esta iniciativa ha impulsado la actividad turística en la región gracias a proyectos como las rutas de senderismo de las “Flores Misteriosas" o la de “Una Ventana a la Naturaleza” y a espacios de alojamiento o restaurantes para quienes quieren disfrutar de este paraje durante varios días.
Por último, se encuentra el volcán Santa Ana, conocido en nahuált como Ilamatepec o “cerro de la anciana”. Domina el paisaje con sus 2381 metros de altitud, el tercer punto más elevado de El Salvador y el volcán más alto de todos los que se encuentran el país. La última vez que registró actividad fue en el año 2005 y hoy es la joya de la corona del parque gracias a la ruta de hora y media que conduce a su cima y que sólo puede realizarse en compañía de los guías y del personal del parque. Desde el punto más elevado del volcán pueden disfrutarse unas fabulosas vistas del Izalco, del lago Coatepeque y, sobre todo, del intenso azul turquesa de la laguna de aguas sulfrosas que se han acumulado en su cráter.
Como ya hemos mencionado, a los pies del Santa Ana se halla el Lago Coatepeque, uno de los considerados como paisajes naturales más bellos de El Salvador. La caldera que dio lugar al lago se formó después una serie de explosiones volcánicas ocurridas hace unos 57 000 años y hoy es un lugar apacible en el que continua emergiendo una increíble diversidad natural. El lago, que recibe el nombre en náhuatl de “cerro de las serpientes” presenta unos 115 metros de profundidad, cuenta con porciones de aguas termales en algunas partes del mismo y posee dos islas, la del Cerro y la de Los Manguitos. A su alrededor puede encontrarse una variada oferta turística que incluye hoteles y restaurantes, además de espacios para realizar deportes como la vela, el buceo o el piragüismo. Además, el lago Coatepeque presenta una peculiaridad de gran importancia: según las autoridades, se da en él un fenómeno cíclico pero imposible de predecir en el que sus aguas cambian de color adquiriendo un llamativo tono turquesa. La última vez que se produjo este fenómeno fue entre los años 2017 y 2018.
A partir de octubre se inicia la época ideal para visitar el Parque Nacional de los Volcanes, que abre sus puertas cada día de ocho de la mañana a cinco de la tarde. El acceso a este parque suele realizarse desde el sector de Cerro Verde pero también puede visitarse desde el sector San Blas, que cuenta con cabañas de montaña para mochileros, o desde el sector Los Andes. Dada la altitud que se alcanza en muchas de las rutas, se aconseja llevar un poco de ropa de abrigo, agua y calzado cómodo, los utensilios indispensables para vivir una increíble aventura entre volcanes.