La costa del txakoli
La profesionalización de las bodegas, buenos enólogos haciendo buenos vinos e incluso el efecto del cambio climático han propiciado que el txakoli, antes producido en los baserris para consumo familiar, se convierta en un emblema de Euskadi, despertando curiosidad y cosechando éxitos en nuevos mercados. El paisaje que transmite el de la D.O. Txakoli de Getaria, la más antigua de las tres que existen, resulta inigualable y hace de esta región, con una treintena de bodegas que se asoman a la costa y suman más de 400 hectáreas de viñedos (de Hondarrabi Zuri el 95% y Hondarrabi Beltza, la tinta, el resto), un destino de primer nivel para el enoturismo. Descúbrelo en estas bodegas, a apenas media hora de San Sebastián, adonde puedes volar por solo 4500 Avios.
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1 Txomin Etxániz
Las vistas de la costa de Getaria desde la bodega de Txomin Etxániz son absolutamente insuperables. Con unos txakolis que se cuentan entre los más reconocidos de la D.O. y un nombre entre los más respetados, esta bodega familiar fue fundada por Domingo de Echaniz en 1649. Sus descendientes, la familia Txueka-Ttxaniz ahora al frente, han sabido modernizar los vinos, siempre desde el respeto a la elaboración artesanal.
El plan: Ofrecen visitas de 90 minutos de lunes a sábados a las 11:00. El recorrido termina con una cata de txakolis y una degustación de anchoas y bonito de Getaria, pero si te sabe a poco, te puedes acercar a su enogastroteca TX, que ocupa la bodega histórica junto a la Iglesia de San Salvador, completamente rehabilitada, en pleno casco antiguo de Getaria.
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2 K5
Cinco amigos, entre ellos Karlos Arguiñano, que producía su propio txakoli para consumo en la cuadrilla, fundaron en 2006 esta bodega de Aia, junto al idílico Parque Natural Pagoeta y muy cerca de Zarautz. Con un moderno edifico de Alonso & Balaguer, 15 hectáreas de extensión dedicadas a la Hondarrabi Zuri y vistas de Getaria y el puerto de Orio, producen K5, el joven KPilota y la joya de la corona, Kaiaren. De este último, una edición limitada de 6729 botellas de la añada de 2016, con un tiempo de crianza de 48 meses sobre sus propias lías y el resto en botella, ganó la Medalla de Oro y 96 puntos en los Decanter World Wide Awards (DWWA) del año pasado.
El plan: Entre sus diferentes propuestas enoturísticas, K5 ofrece un vuelo en helicóptero para contemplar San Sebastián desde el aire, disfrutar de una cata de 2 añadas de K5 y Kaiaren 2016 y de productos de la región en la bodega y regreso sobrevolando Zarutz y Getaria.
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3 Hiruzta
La familia Rekalde inauguró la bodega Hiruzta en 2012, en las faldas del monte Jaizkibel, en Hondarribia, devolviendo a la localidad, cuna de la Hondarrabi Zuri, la tradición perdida de producir vino. A la calidad de sus vinos, con propuestas tan interesantes como espumosos, se suma una excelente oferta gastronómica, y es que las 17 hectáreas dedicadas a viñedo rodean uno de los mejores restaurantes de la zona, Asador Sutan, especializado en cocina del Bidasoa.
El plan: Hiruzta ofrece visitas guiadas con degustación de los txakolis Hiruzta, Hiruzta Berezia e Hiruzta Rosé, catas y experiencias enogastronómicas con ricos pintxos a base de producto local de temporada.
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4 Urkizahar
La bodega ecológica Urkizahar, en el municipio interior de Beizama, es la que se encuentra a mayor altitud entre las de la D.O., entre 350 y 450 metros sobre el nivel del mar. El proyecto se describe como una micro-bodega, un concepto boutique que apuesta por la calidad frente a la cantidad –tiene solo 2,5 hectáreas de cultivo distribuidas en dos parcelas– y promueve un compromiso ético con el ecosistema.
El plan: Las visitas guiadas de Urkizahar terminan con una degustación de Urkizahar 2022, Urkizahar 2020 Edición Limitada y Urkizahar Aparduna, con un delicioso almuerzo.
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5 Talai Berri
Una de las bodegas más innovadoras de la D.O., Talai Berri se encuentra en las faldas del monte Talai, un entorno privilegiado de Zarautz. Además del tradicional txakoli blanco Talai Berri, produce Txakoli Tinto, vermuts y destilados de orujo, vinagre y agridulce.
El plan: Talai Berri ofrece visitas los viernes y sábados a las 11:00, que terminan con una degustación de txakoli y productos de calidad Euko Label, desde guindillas de Ibarra a queso D.O. Idiazábal y chorizo Basatxerri. Organiza también visitas familiares, con niños.