Almería, en familia
Su desierto, el de Tabernas, cuenta con un verdadero pueblo del lejano Oeste, que sirvió de escenario a los mejores spaghetti westerns. El Parque Natural de Cabo de Gata tiene tales condiciones de visibilidad que se cuenta entre los mejores destinos de la península para observar las estrellas. Y la provincia disfruta de un Aquarium y un Mariposario. Visitamos Almería, en familia, y te recomendamos los mejores planes para entretener a los niños.
Almería es uno de esos lugares donde es posible encontrar una aventura en familia para cada miembro de la expedición. La primera parada no puede ser otra que el desierto de Tabernas, a sólo 25 minutos en coche de Almería ciudad. Este increíble entorno, árido y magnificente, aislado por las sierras de los Filabres y de Alhamilla, es el único desierto en todo el territorio europeo, lo que le ha convertido en escenario de películas. Aquí se han rodado títulos como Conan el bárbaro (1982) o Indiana Jones y la última cruzada (1989), aunque las producciones más recordadas (y las que más le han sacado partido a lugares como Cerro Alfaro) han sido los famosos spaghetti western del director Sergio Leone. En el desierto de Tabernas rodó su Trilogía del dólar, con títulos como La Muerte tenía un precio (1965) o El bueno, el feo y el malo (1966), que lanzaron a Clint Eastwood y al genio Ennio Morricone a la fama y que dejaron algunas construcciones memorables en medio del desierto para futuras producciones.
Tras el éxito de esta trilogía, el director mandó levantar en medio del desierto un completo poblado del far west para rodar en él Hasta que llegó su hora (1968), dando lugar a un decorado que contó con oficina del sheriff, una pequeña iglesia, una cantina e incluso un tren de vapor. Todas las construcciones se conservaron y hoy pueden visitarse en el parque temático de Western Leone, mientras que en Fort Bravo Texas Hollywood es posible admirar los decoras de El bueno, el feo y el malo. Para los más pequeños, sin embargo, la mejor opción es Oasys MiniHollywood, que cuenta con shows de cowboys en vivo, una reserva zoológica con más de 800 animales, una zona de piscinas y una oferta gastronómica propia del salvaje oeste.

Otro paisaje que también se convirtió en set de rodaje de grandes producciones, algunas de la talla de Lawrence de Arabia (1962), fue el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, un oasis de más de 38 000 hectáreas y 63 kilómetros de costa que se abre al Mediterráneo. El espacio, de origen volcánico, fue declarado parque natural en 1987 y desde entonces se encuentra entre los espacios naturales más protegidos de toda España, con algunos de los acantilados y fondos marítimos mejor conservados de todo el litoral mediterráneo. Tanto cuidado han puesto los almerienses en cuidar este tesoro natural que hoy se ha convertido en uno de los lugares de la península con menos contaminación y mejor visibilidad para observar las estrellas, una oportunidad perfecta para iniciar a los niños en una ciencia tan interesante como la astronomía. Y es que en la zona ya se han organizado iniciativas como Astronomía Cabo de Gata, en la que guías especializados acompañan a las familias durante una noche para explorar la bóveda celeste, ya sea a simple vista o utilizando potentes telescopios. Pero lo mejor de la iniciativa puede que se encuentre a ras de suelo, pues la localización (justo a la orilla del Mediterráneo) desde la que se realiza no puede ser más idílica.
La Playa de los Genoveses es una de las más populares de la región por sus aguas cristalinas y sus arenas blancas y reconocida por ser un especio muy poco urbanizado, presentando un nivel muy sano de conservación natural, lo que le convierte en un espacio perfecto para visitar con niños. A muy poca distancia se encuentra la Ensenada de Mónsul, la playa más famosa de Almería, retratada para la posteridad en la ya citada Indiana Jones y la última cruzada en una mítica escena con Sean Connery. Las formaciones de lava erosionada que rodean sus arenas convierten a esta playa en un lugar muy especial para pasar el día, con amplios espacios de sombra a la orilla del mar. La gran duna de la Playa de Mónsul puede ser perfecta para explorar junto a los más pequeños y, de paso, obtener una de las mejores vistas de las playas de Almería.

Para los amantes de los animales hay también opciones maravillosas, como el Aquarium Costa de Almería. Situado en Roquetas de Mar, posee una superficie de más de 3000 metros cuadrados y está organizado siguiendo una estructura que los especialistas han llamado El Ciclo del Agua, lo que permite a los visitantes conocer las comunidades marinas de cuatro ecosistemas: desde el Amazonas hasta el Mediterráneo, pasando por los Arrecifes de Coral y los cuatro océanos. En su interior se pueden llevar a cabo algunas actividades de lo más inusual, como bucear en el tanque de los tiburones, una oportunidad que pueden disfrutar niños a partir de 8 años o dar de comer a las coloridas carpas koi. Además, en Níjar, dentro del ya citado Parque Natural de Cabo de Gata, se encuentra el Mariposario, un jardín en el que más de 300 mariposas exóticas viven y vuelan en libertad. El Mariposario reabre sus puertas cada primavera tras la temporada de invierno y ofrece visitas guiadas de unos 20 minutos de duración en varios idiomas que recorren el ciclo de vida completo de estos animales, pudiendo apreciar ejemplares en cada fase y asistiendo a su evolución en vivo.

La última parada en la ruta es perfecta para los amantes de la historia. El Conjunto Monumental de la Alcazaba de Almería es uno de los espacios históricos y arqueológicos más importantes de toda la geografía española. Este recinto fortificado, que es lo que quiere decir la palabra “alcazaba”, comenzó a construirse por orden del primer califa andalusí en el año 955 y el complejo siguió ampliándose durante cinco siglos más. Hoy es uno de los símbolos de la región de Almería. La silueta de la alcazaba domina todo el horizonte y su Torre del Homenaje es visible desde cualquier punto de la ciudad. Por su impresionante estado de conservación, sus bellos interiores han albergado grandes producciones cinematográficas. De hecho, a muchos de los que la visiten les inundará la sensación de haberla visitado antes y es que en uno de sus jardines interiores es donde se dio vida al Dorne, uno de los siete reinos que conforman el universo de Poniente en la serie Juego de Tronos.
