Washington, una ciudad de cine
Superproducciones de Marvel como Capitán América: El soldado de invierno, de 2014, Spider-Man; Homecoming, de 2017, o la secuela Wonder Woman 1984, de 2020, han desplegado su acción por las calles de Washington. La capital ofrece escenarios naturales inigualables, grandes monumentos llenos de simbolismo por su relevancia política como el Capitolio, la Casa Blanca o la Corte Suprema y una envidiable red de museos. Todos comparten protagonismo con reconocidas estrellas de Hollywood de la talla de Tom Hanks, cuya inimitable Forrest Gump cumple este año tres décadas. En esta ruta te mostramos qué películas puedes recordar lugares icónicos.
Si de edificios icónicos se trata, no hay nada como la Casa Blanca. Residencia del poder, posee espacios que han dado tanto de si como el Ala Oeste, donde se ubica el Despacho Oval, o el Balcón Truman. Muchas producciones se han ambientado en el complejo, desde clásicos de acción como Independence Day (1996) y thrillers políticos como Siete días de mayo (1964) hasta series de televisión aclamadas por la crítica como El ala oeste de la Casa Blanca (1999), comedias románticas como El presidente y Miss Wade (1995), película que precisamente inspiró a Aaron Sorkin para escribir la citada The West Wing, o biopics como Jackie (2016), que ganó el León de Oro del Festival de Venecia y le valió a Natalie Portman su tercera nominación al Óscar. Entre las producciones más recientes destaca No mires arriba (2021), donde el Despacho Oval lo ocupa Meryl Streep o el fenómeno Oppenheimer, que este año encabeza la competición en los Oscars, con trece nominaciones.
Pero si hay un epicentro desde el que las superproducciones despliegan toda su acción ese el National Mall, uno de los paisajes más reconocidos internacionalmente de la capital de Estados Unidos. La lista la encabezan taquillazos como Capitán América: el soldado de invierno (2014), Wonder Woman 1984 (2020), que también visita la Casa Blanca, o Spiderman: Homecoming (2017). Y si de escenas memorables se trata, pocas perviven tan vivas en nuestra retina como la carrera de Tom Hanks en Forrest Gump (1994), precisamente en dirección al Obelisco de Washington, que a día de hoy continúa considerándose historia del cine norteamericano. Otros monumentos del National Mall como el Memorial a Lincoln también han servido como decorado en producciones distópicas como El cuento de la criada (2017), donde puede contemplarse una versión destruida del mismo, o comedias, como el éxito comercial de 2005 De boda en boda o Election (1999) con Reese Witherspoon.
Desde el National Mall se puede acceder al Smithsonian, el gran museo de Washington D.C. En sus salas se han filmado todo tipo de películas desde el año 1951, cuando se rodó Ultimátum a la Tierra, uno de los primeros clásicos de la ciencia ficción y preservada en el Registro Nacional de Filmes de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos por su valor cultural e histórico, pues fue una de las primeras producciones que, lejos de dejarse llevar por el espíritu belicista de la Guerra Fría, escogió un discurso pacifista. Otros clásicos se han inspirado en el Smithsonian, como El Silencio de los Corderos (1991) que, aunque no filmó en su interior, posee algunas escenas ambientadas en esta institución. Sin embargo, son las películas dedicadas a los más jóvenes de la casa las que más han disfrutado de este enorme complejo museístico, con éxitos como Noche en el Museo 2: la batalla del Smithsoniano (2009).
La búsqueda (2004), protagonizada por Nicolas Cage, Sean Bean y Diane Kruger, nos cuenta la historia de un tesoro escondido en Washington D.C. obligando a los personajes a recorrer algunos de los paisajes más reconocibles de la capital. Desde el Memorial de Lincoln con el National Mall de fondo hasta los Archivos Nacionales, pasando por el cuartel general del FBI en el edificio J Edgar Hoover (que también aparece en producciones como Todos los Hombres de Presidente) o la Biblioteca del Congreso. Esta película cosechó tanto éxito que se asentó en el imaginario colectivo y hoy los fans de la producción organizan tours a través de la ciudad para seguir los pasos de los protagonistas en busca de un ficticio tesoro templario.
Otro de los escenarios que ha aparecido en múltiples producciones ha sido la Corte Suprema, donde decisiones que cambian el rumbo del país se toman cada día. En ella se han ambientado series de televisión de enorme impacto, como House of Cards (2013) o Cómo Defender a un Asesino (2014) e incontables películas. El primer film fue The Talk of the Town (1942) con Cary Grant y uno de los más comentados en redes sociales en los últimos años fue Una Cuestión de Género (2018), un biopic sobre la vida de la jueza Ruth Bader Ginsburg, considerada un icono de la resistencia pública y de la lucha feminista. Cuando se trata del Capitolio, uno de los centros más poderosos de poder político en el mundo, encontramos clásicos como Mr. Smith goes to Washington (1939), un drama de Frank Capra reconocido por también por su valor cultural e histórico por la Biblioteca del Congreso, lugar en el que precisamente se rodó. Otros dramas políticos que nos han conducido a las tripas de instituciones como el Senado son Tempestad sobre Washington (1962) o la previamente citada Oppenheimer, pues en ambas asistimos a una comisión de evaluación para dos posibles Secretarios de Estado que desencadenan una gran tormenta en la política estadounidense.
Sin embargo, cuando se habla de thrillers políticos lo primero que le vendrá a la cabeza a muchos lectores será Todos los Hombres del Presidente (1976), un homenaje a D.C. y al periodismo de investigación que cuenta la forma en la que salió a la luz el escándalo del Watergate, conduciendo posteriormente a la renuncia del presidente Richard Nixon. En esta producción, ganadora de 4 premios Oscar, se visitan localizaciones como la Biblioteca del Congreso, el lujoso Watergate Hotel, epicentro del escándalo, las oficinas centrales del Washington Post o, de nuevo, la sede del FBI en Pennsylvania Avenue. A muy poca distancia se encuentra el famoso Hotel Willard, donde la mayoría de presidentes de Estados Unidos se han hospedado al menos una vez y lugar en el que Martin Luther King escribió su famoso discurso “Yo tengo un sueño” antes de la célebre Marcha sobre Washington. Allí rodó Steven Spielberg el final de la película Minority Report (2002) utilizando la Willard Room, el Peacock Alley y la cocina como escenario, mientras que mandó construir una réplica de la azotea en el estudio.
El final de la ruta lo reservamos a los apasionados del cine de terror, con dos localizaciones que han aparecido en películas de culto. En la Universidad de Georgetown se encuentra la famosa escalera de El Exorcista (1973), que ofrece el mismo aspecto terrorífico que puede verse en el film si se visita por la noche. Y antes de abandonar Washington D.C. no podemos dejar de recordar la Washington Union Station, la estación central de la ciudad, que aparece en Hannibal (2001), secuela de El Silencio de los Corderos, con Anthony Hopkins y Julianne Moore.