Ruta de arquitectura en Casablanca
Además de la imponente Mezquita de Hasán II, que se levanta a orillas del Atlántico, una colección de edificios de estilos art-déco y modernista hacen de la ciudad un destino ideal para los amantes de la arquitectura. El edificio de Correos, el Palacio de Justicia, el Banco de Marruecos, las salas de cine de la época colonial, villas vanguardistas y todo tipo de localizaciones míticas de la historia reciente de Casablanca. Te mostramos los más espectaculares y te contamos su historia.
Vuela a Casablanca desde 9500 Avios (ida y vuelta).
Casablanca evoca imágenes románticas y bohemias. Recordada en el imaginario colectivo como punto de encuentro para celebridades, intelectuales y diplomáticos, rebosa de contrastes y transformaciones arquitectónicas que determinaron profundamente su trazado durante el siglo XX. El pilar fundamental es la monumental Mezquita de Hassan II, en el Boulevard Sidi Mohammed Ben Abdellah, inaugurada en el 30 de agosto 1993, fecha en la que se celebra el nacimiento del profeta Mahoma. Con capacidad para albergar hasta 25 000 personas en la sala interior de oración y hasta 80 000 en la explanada, es conocida mundialmente por presentar el que hasta 2019 fue el minarete más alto del mundo, con 210 metros de altura y un láser de 30 metros de alcance apuntando siempre en dirección a la Meca. La belleza de este templo, construido en yeso, mármol, granito, las mejores maderas, vistosos azulejos y cristal de Murano bajo la dirección de Michel Pinseau, aumenta cuando se tiene en cuenta su ubicación, en la mismísima orilla del océano Atlántico. Para completar la visita a esta parte de la ciudad puedes encontrar a poca distancia de la Mezquita, también en el Boulevard Sidi Mohammed Ben Abdellah, una réplica del famoso Rick’s Café, icono de la película Casablanca, y continuando la ruta hasta la Avenida des FAR, darás con el Mercado de la Medina, destino gastronómico que ningún visitante debería perderse.
A apenas 10 minutos andando desde el Mercado de la Medina se encuentra el Cinema Rialto, una joya construida en 1929 bajo la dirección de Pierre Jabin, en la intersección de la Rue Mohammed El Quorri y la Rue Bouchaïb. El Rialto, uno de los cines más antiguos de Marruecos, es uno de los grandes exponentes de la arquitectura art decó de Casablanca, fue escenario de estrenos internacionales y albergó actuaciones de superestrellas como Édith Piaf o Josephine Baker. Todavía hoy puede visitarse y asistir a alguna de sus sesiones. Desde Cinema Rialto puede darse un corto paseo hasta la Oficina Central de Correos de Casablanca, en la esquina entre el Boulevard de París y el de Hassan II, obra del arquitecto Adrien Laforgue, construida en estilo neoárabe con influencias modernistas entre 1918 y 1920. Su entrada, de un impresionante azul, contrasta con el techo interior de madera. Es desde hace un siglo uno de los edificios administrativos más apreciados de la ciudad, muy vinculado a la que será nuestra siguiente parada, tras contemplar la histórica sede del Bank Al-Maghrib, el Banco de Marruecos, diseñado, al igual que el de Rabat, por Edmond Brion e inaugurado en 1937.
A una distancia de apenas 3 minutos se encuentra la plaza de Mohammed V, una de las postales más llamativas de Casablanca, corazón administrativo de la ciudad y testigo de la presencia colonial francesa sin dejar atrás el fuerte carácter norteafricano. A principios del siglo XX, las autoridades coloniales, encarnadas en la figura del oficial Louis Hubert Lyautey, decidieron “europeizar” urbes como Rabat o Casablanca, desarrollando un gran plan urbanístico de transformación junto al arquitecto Henri Prost que pretendía desarrollar centros administrativos adheridos a las medinas marroquíes. En 1916 se desarrollaron los planos de esta nueva plaza y se le encargó al arquitecto Jospeh Marrast la creación del Palacio de Justicia, con una única condición: integrar los preceptos arquitectónicos franceses y las influencias de distintos estilos árabes, de forma que el arquitecto se inspiró en edificios tradicionales marroquíes y andalusíes. El Palacio de Justicia domina la plaza, conocida popularmente como la Plaza de las Palomas, y marca el estilo de las edificaciones adyacentes, como el Edificio Wilaya, construido bajo diseño de Marius Boyer para albergar las tripas políticas del protectorado francés aunando influencias art-decó y neo-árabes.
Cruzando el Parque de la Liga Árabe, la antigua catedral del Sagrado Corazón de Casablanca funciona hoy como centro cultural. Diseñada por Paul Tournon en la década de los 30, esta edificación toma las bases arquitectónicas del art-decó y del estilo neo-gótico, incluyendo además aspectos de la arquitectura andalusí, como los dibujos geométricos de los vitrales. En línea recta desde el Sagrado Corazón por el Boulevard Brahim Roudani se encuentra el importante centro cultural Villa Des Arts, hoy dedicado a exposiciones de arte contemporáneo y ubicado en la que fuera una mansión, de nuevo de estilo art-decó de 1934, rodeada de la vegetación propia de la zona.
Calles como la Rue Driss Lahrizi y la próxima Rue Chaouia ofrecen un inspirador paseo, con sus numerosas muestras de edificios de los años 20 y 30, testigos perfectos del desarrollo arquitectónico de Casablanca en el período de entreguerras. En la segunda se encuentra el Hôtel Transatlantique, construido en 1922 y fácilmente reconocible por su fachada. Y a unos pasos, el Imperial Hotel, obra también de Marius Boyer y famoso por haber albergado el cuartel del general Patton durante la II Guerra Mundial. En la misma zona, concretamente en el Boulevard Mohammed V, se encuentra también la Cámara de Comercio, de estilo neo-árabe. No dejes de visitar la mansión Villa Zevaco, ubicada en el distrito de Anfa, construida por el arquitecto Jean-François Zevaco, pionero de la arquitectura modernista en el norte de África y responsable también de la Kora Ardia, la cúpula de la Plaza de las Naciones Unidas en Casablanca (en la que se ubican otros hitos modernistas y neo-árabes como el mítico Hotel Excelsior). Villa Zevaco fue erigida para el constructor Sami Suissa en 1947, recibiendo reconocimiento internacional por la gran originalidad de sus líneas. Hoy Villa Zevaco aloja el café PAUL, donde puede disfrutarse de un merecido almuerzo.
El recorrido no puede concluir sin mencionar el barrio de Habous, desarrollado entre la década de los 20 y 30 de la mano de las autoridades protectorado francés, dentro del proyecto urbanístico de las nouvelle ville indigène de Henri Prost del que también formó parte la planificación de la plaza Mohammed V. En 1916 Albert Laprade se encargó junto a Edmond Brion y Auguste Cadet de diseñar una nueva medina en un nuevo espacio de la ciudad que respetase la tradición local pero aplicase preceptos urbanísticos europeos. Como resultado surgió uno de los barrios más pintorescos de Casablanca que cuenta con monumentos como el Palacio Real, residencia oficial del rey de Marruecos en la ciudad, construido en la década de los 20 del siglo pasado, y el Mahkamat al-Pasha, ideado en 1941 como complejo administrativo y residencia del gobernador en época del protectorado, cuyo patio se inspiró en el Patio de los Leones de la Alhambra.