Los fiordos, desde Bergen
Por su situación geográfica, en un valle enclavado entre 7 montañas, Bergen es uno de los puertos más importantes a nivel económico del país –es de hecho, uno de los principales puntos de encuentro entre Noruega y el resto de Europa–, pero también a nivel turístico, al ser considerada la puerta de entrada a los maravillosos fiordos noruegos. Te recomendamos cinco que puedes visitar fácilmente desde la ciudad: Aurlandsfjord, Sognefjord, Hardangerfjord, Lysefjord y Nærøyfjord, que es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
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1 Sognefjord
Sognefjord es, con una longitud de 204 kilómetros, el fiordo más largo de Noruega y el segundo más grande del mundo. Situado a 75 kilómetros al norte de Bergen, alcanza su máxima profundidad en los 1308 metros bajo el nivel del mar, lo que le convierte en uno de los recorridos más impresionantes de toda Escandinavia. En sus orillas aguardan atracciones y monumentos para todos los gustos: desde las stavkirken medievales de Urnes (protegida por la Unesco) o Borgund (la mejor conservada de toda Noruega), hasta glaciares como el de Jostedalsbreen, pasando por puntos como la cascada de Vettisfossen que, con sus 275 metros de altura, es el salto de agua más alto de Europa o pueblos como el pintoresco Vikøyri o el tradicional Balestrand.
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2 Aurlandsfjord
Aurlandsfjord es un brazo interior del previamente citado Sognefjord y se encuentra a unos 170 kilómetros de Bergen. Llegando a alcanzar una profundidad de hasta 962 metros y con una longitud de 29 kilómetros, este fiordo impresiona no sólo porque en la mayoría de sus puntos la distancia entre sus dos orillas se halla por debajo de los 2 kilómetros, sino porque además se encuentra rodeado de montañas que alcanzan hasta los 1800 metros de altitud. Al final del fiordo se sitúa la pequeña ciudad de Flåm, que además de ser conocida por su artesanía y su hospitalidad, posee atracciones increíbles, como el mirador Stegastein, que se eleva a 650 metros sobre el fiordo de Aurland, o la vía férrea Flåmsbana, una de las más empinadas del mundo.
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3 Nærøyfjord
A unos 110 kilómetros de Bergen se encuentra Nærøyfjord, un brazo del fiordo de Sogne también conectado con Aurlandsfjor que destaca por presentar lo que muchos consideran algunos de los paisajes naturales más bellos y salvajes del planeta. Tanto es así que en 2005 este fiordo fue incluido en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco debido a sus impresionantes condiciones: en su punto más estrecho la distancia entre ambas orillas es de apenas 250 metros, lo que hace que sobre sus 17 kilómetros de longitud se asomen increíbles cumbres nevadas, curiosas cascadas e idílicas granjas que pueden apreciarse desde cualquiera de los cruceros que recorren sus aguas.
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4 Hardangerfjord
El fiordo de Hardanger, a unos 75 kilómetros al sur de Bergen, es, además de uno de los más emblemáticos del país, el segundo más largo de toda Noruega. Con sus 179 kilómetros de longitud y sus 800 metros de profundidad, desde Hardangerfjord puede visitarse el gran glaciar Folgefonna, situado a unos 1200 metros sobre el fiordo y considerado uno de los más bellos del país o la estación de esquí de verano Fonna. Los lugareños indican que una de las mejores formas de recorrer este fiordo es a través de las numerosísimas rutas de senderismo que surcan sus orillas y que llegan a puntos como la icónica roca de Trolltunga (o lengua del trol), que se eleva unos 700 por encima del famoso lago Ringedal.
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5 Lysefjord
Aunque Lysefjord es el más alejado de Bergen (se encuentra a unos 280 kilómetros), es sin duda un fiordo que merece una mención especial. Para llegar hasta él lo más recomendable es hacer una parada en Stavanger, una colorida y animada ciudad que se erige como centro gastronómico con dos restaurantes estrella Michelín y donde incluso se puede disfrutar de un día de playa en Jæren. Para explorar el fiordo de Lyse lo mejor es también completar algunas de sus rutas de senderismo, como la que conduce a Preikestolen (La Roca del Púlpito), una famosa formación rocosa que se eleva 604 metros sobre las aguas del fiordo. Y para ponerse a prueba está la carretera Lysevegen, que asciende sobre las montañas con un recorrido de 27 curvas cerradas o la escalera de madera más larga del mundo en el pueblo sin carreteras de Flørli.