Inspiración Andrea González
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La otra arqueología de Roma

Además de grandiosos monumentos como el Coliseo o el Panteón, Roma alberga un ingente patrimonio arqueológico que no te puedes perder. Escápate del circuito habitual para visitar estas diez grandes construcciones y complejos, desde la Pirámide Cestia al Parque de los Acueductos y las Termas di Caracalla.

  1. 1 Pirámide Cestia

    En el siglo I a.C., después de que Cleopatra visitara Roma y de que Egipto se convirtiera en una provincia romana (año 30 antes de nuestra era), se desató en Roma una fiebre que a los contemporáneos nos resulta familiar: la egiptomanía. Una monumental consecuencia de esto se encuentra en el barrio de Ostiense, donde se alza una estructura que destaca sobre el paisaje clásico de Roma: la Pirámide Cestia. Construida alrededor del 12 a.C. como tumba para el magistrado Cayo Cestio, es una de las pocas pirámides que sobreviven en Europa. Su impecable fachada de mármol blanco, de más de 36 metros de altura, se conserva gracias a que fue incorporada en la Muralla Aureliana, que la protegió de su destrucción.

    Vista lateral de la Pirámide Cestia, con árboles en el fondo y un cielo azul
  2. 2 Termas de Caracalla

    Construidas entre el 212 y el 216 d.C., Las Termas de Caracalla son uno de los complejos termales mejor conservados de Roma. Además de servir como baños públicos, incluían bibliotecas, gimnasios y jardines, constituyendo un alarde técnico con agua corriente y calefacción, que se mantuvo en funcionamiento durante más de 300 años. Podía dar servicio diario a unos 1600 bañistas y albergaba espacio para más de 6000 visitantes. Durante el verano, las Termas de Caracalla se transforman en un escenario al aire libre para conciertos y óperas, pero además han servido como decorado en producciones cinematográficas como La Gran Belleza, una de las obras cumbres del director Paolo Sorrentino.

    Vista aerea de las Termas de Caracalla
  3. 3 Parque de los Acueductos

    En el sur de la ciudad, lejos del bullicio turístico, se encuentra el Parque de los Acueductos, un testimonio impresionante de la ingeniería romana. Este parque público alberga restos de siete acueductos antiguos, entre ellos el Acqua Claudia y el Anio Novus, que abastecían de agua a la antigua capital del Imperio. Es un lugar ideal para pasear y observar impresionantes puestas de sol entre majestuosas estructuras que han resistido el paso del tiempo. El Parque de los Acueductos, por su proximidad a los estudios de Cinecittà, ha sido también escenario de películas: acoge en la escena inicial de La Dolce Vita de Fellini y sale en Mamma Roma de Pasolini (y también aparece en La Gran Belleza).

    Vista del Parque de los Acueductos al atardecer, con una luz que cae sobre uno de los acueductos, que, en la imagen, se pierde en el horizonte
  4. 4 Via Appia Antica

    Una de las principales vías de la ciudad de Roma, la Via Appia Antica fue inaugurada en el 312 a.C. Su objetivo era conectar la metrópoli con Brindisi, el puerto que unía a la península Itálica con las ciudades griegas y orientales. Jugó un papel crucial en la expansión del imperio (todos los caminos llevan a Roma). El tramo más conocido de la Via Appia Antica, que aún se conserva y que hay que recorrer para llegar al Parque de los Acueductos, atraviesa un paisaje de ruinas antiguas, que incluye villas y mausoleos de la élite romana. Los romanos solían enterrar a sus seres queridos en las vías de acceso a las urbes, por lo que la Vía Appia Antica se convirtió en un “camino de los muertos”, un gigantesco cementerio que acabó siendo una de las mayores fuentes de lápidas romanas de la historia de la arqueología.

    Vista de la calzada de teselas de la Via Appia, rodeada de naturaleza, con árboles y restos arqueológicos a sendos lados de la vía
  5. 5 Mausoleo de Cecilia Metela

    Uno de los mausoleos de la Vía Apia Antica es el Mausoleo de Cecilia Metela, hija del cónsul Quinto Cecilio Metelo Crético y nuera de Marco Licinio Craso, miembro del Primer Triunvirato y el hombre más rico de su tiempo. Esta tumba circular del siglo I a.C. fue construida por el hijo de la fallecida, también llamado Marco Licinio Craso, cónsul de Roma junto al futuro emperador Augusto y un general de éxito, en la cima de una colina, dominando todo el paisaje a su alrededor. En origen, el mausoleo estuvo recubierto de travertino y hoy todavía pueden observarse bellas esculturas, relieves de guirnaldas y cabezas de bovino. Durante la Edad Media, fue transformado, por su estratégica ubicación, en una fortaleza, lo que contribuyó a su preservación a lo largo de los siglos.

    El Mausoleo de Cecilia Metela al atardecer, con la estructura circular y restos de la muralla medieval, rodeado por árboles
  6. 6 Villa de los Quintili

    También a lo largo de la Vía Apia se extienden las ruinas de la lujosa Villa de los Quintili, propiedad de dos hermanos aristócratos ejecutados por el emperador Cómodo, el antagonista de la mítica Gladiator, donde esta villa fue imaginada como el lugar al que Máximo es trasladado tras ser apresado. Este vasto complejo, que incluía baños termales, un teatro, una pista de carreras y mosaicos y frescos decorando todas las áreas residenciales, fue una de las villas más impresionantes de la antigua Roma. Cuando los cónsules Quintili perdieron el favor de Cómodo y fueron ejecutados, el emperador enajenó la propiedad y la convirtió en una de sus residencias, de ahí su encuentro ficticio con el general Máximo. A diferencia de otros sitios arqueológicos más concurridos, aquí es posible explorar con tranquilidad los vestigios de la opulencia romana.

    Una de las paredes monumentales de la Villa de los Quintili, el sol del atardecer se cuela entre las ventanas
  7. 7 Mercado de Trajano

    Aunque suele quedar a la sombra del Foro Romano, el Mercado de Trajano es una obra maestra de la arquitectura imperial. Construido a principios del siglo II d.C., se considera el primero centro comercial cubierto de la historia. Contaba, como los actuales, con múltiples plantas, donde se encontraban tiendas, oficinas y espacios administrativos. Hoy alberga el Museo de los Foros Imperiales, con hallazgos arqueológicos que narran la vida cotidiana de la antigua Roma, una versión alejada de la majestuosidad del Foro, los templos y el Coliseo. También fue recreado en Gladiator.

    Vista del mercado circular del Mercado de Trajano, donde pueden apreciarse sus diferentes plantas y restos arqueológicos en el patio central
  8. 8 Largo di Torre Argentina

    El Largo di Torre Argentina fue el lugar del crimen de uno de los asesinatos más famosos y determinantes de la historia: el magnicidio de Julio César. Este yacimiento, que cuenta con cuatro templos republicanos y los restos del Teatro de Pompeyo, fue descubierto por casualidad en 1927 y solo puede visitarse desde 2023, gracias a unas pasarelas especiales que permiten la entrada de público sin dañar el entorno. Más allá de su peso histórico, el lugar es famoso por albergar una colonia de gatos callejeros protegida por voluntarios. Durante las visitas, estos felinos se muestran tomando el sol sobre los adoquines en los que César perdió la vida en los Idus de marzo del año 44 a.C.

    En la imagen,Largo di Torre Argentina, con los escalones donde César fue asesinado en la parte derecha de la panorámica y columnas, arcadas y vegetación en la parte izquierda. Los edificios de Roma enmarcan el paisaje
  9. 9 Las Casas Romanas del Celio

    Las Casas Romanas del Celio, situadas bajo la Basílica de los Santos Juan y Pablo en la colina del Celio, son un fascinante complejo arqueológico que ofrece una visión única de la vida en la antigua Roma. En algunas paredes y techos de sus más de 20 estancias, que datan de entre los siglos I y IV d.C., quedan frescos bien conservados, que representan escenas mitológicas, motivos florales y símbolos cristianos primitivos. Entre los espacios más notables se encuentran la Sala de los Genios, decorada con figuras aladas y guirnaldas, y la Sala del Orante, que acoge una de las primeras representaciones de una figura en actitud de oración. Descubiertas en 1887, estas casas ofrecen una inmersión en la transición del paganismo al cristianismo en Roma.

     En la imagen, el interior de una de las Casas del Celio, con vistosos frescos en tonos ocres en las paredes.
  10. 10 Las Catacumbas de Roma

    Las catacumbas romanas son un fascinante sistema de tumbas subterráneas que se extiende a lo largo de kilómetros bajo la ciudad. Fueron construidas entre los siglos II y V d.C. para misas y reuniones en la clandestinidad, cuando esta religión estaba perseguida por las autoridades del Imperio y para el entierro de los primeros cristianos, incluyendo mártires y papas. Dentro del conjunto, la Catacumba de San Calixto alberga las tumbas de varios papas del siglo III y la tumba de San Cecilia, una de las mártires más veneradas del cristianismo. También se puede visitar la Catacumbas de San Sebastián.

    Largo pasillo arqueado en las catacumbas, con hornacinas, probablemente dedicadas a la sepultura de fieles, a cada lado.