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Las otras caras del fútbol

Hamburgo lucha por el juego limpio, en San Salvador triunfa la playa y los aprendices de Río de Janeiro entrenan en la selva. Éstas son maneras distintas de vivir el fútbol, una actividad que se ha convertido en mucho más que un deporte.

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  1. 1 Hamburgo y su fútbol solidario

    El Sankt Pauli es un club atípico. Símbolo de Hamburgo y sobre todo del barrio homónimo al que pertenece, tiene millones de fans por su labor social, que trasciende el terreno de juego. Fue fundado en 1910 por marineros y estibadores y cuenta con millones de aficionados y más de 500 clubes de fans a nivel internacional. Todo empezó en los ochenta, cuando los ultras y la violencia acaparaban la atención en los estadios de Europa, Sankt Pauli se declaró en contra del extremismo y el racismo, y a favor de la tolerancia. Incluso su afición tiene capacidad de negarse a que se firmen contratos de patrocinio con empresas que consideran contrarias a sus valores.

    Tanto club como afición realizan una labor social y se involucran en proyectos para recaudar fondos para llevar agua potable a las escuelas de Cuba o a aldeas de Asia y África u ofrecen recursos y asistencia legal a los refugiados que llegan a la ciudad.

    El club Sankt Pauli, de Hamburgo, es un claro ejemplo de juego limpio
    El club Sankt Pauli es un claro ejemplo de juego limpio - Imagen de Oliver Hardt / GettyImages
  2. 2 El fútbol descalzo de San Salvador

    Con tanta pasión por el fútbol y tanta costa, resulta inevitable que los salvadoreños jueguen al fútbol playa. La afición a este deporte se disparó cuando una selección nacional formada en su mayoría por pescadores de la Bahía de Jiquilisco consiguió clasificarse por primera vez para un Mundial. Ahora, diez años después, el fútbol playa sigue en alza. El CD Isla de Médez acaba de estrenar su propia cancha tras años jugando en la playa. Al caer la tarde, después de las clases y la jornada de pesca, el equipo entrena ante la mirada de sus paisanos.

    Con tanta pasión por el fútbol y tanta costa, resulta inevitable que los salvadoreños jueguen al fútbol playa
    Además, asociaciones como la Asociación Pro Fútbol Playa El Salvador persiguen el fomento de este deporte en los más jóvenes como apoyo a la prevención de la violencia - Imagen de Víctor Villalta / Cortesía de la Asociación Pro Fútbol Playa
  3. 3 Fútbol en la selva desde Río de Janeiro

    La escuela de fútbol Xerém del club Fluminense está a 50 km de Río de Janeiro. Por su bar han pasado nombres tan conocidos como Thiago Silva (actualmente jugador del París Saint-Germain) o Marcelo Vieira (defensa del Real Madrid). Cada mañana, 350 alumnos con el deseo de convertirse en grandes jugadores acuden a los entrenamientos, que se hacen en la selva. Este entorno salvaje que rodea al centro, verde y silencioso, ayuda a los jóvenes a centrarse sólo en el fútbol. En el gimnasio de la escuela empiezan a acudir a la sala de pesas los jugadores desde los 15 años y tienen también profesores de inglés para los que juegan fuera, además de una residencia para los aprendices que vienen de fuera. En el comedor, los refrescos están prohibidísimos.

    Por la escuela de fútbol Xerém del club Fluminense han pasado jugadores tan conocidos como Marcelo, del Real Madrid
    Por la escuela de fútbol Xerém del club Fluminense han pasado jugadores tan conocidos como Marcelo, del Real Madrid - Imagen de Vanderlei Almeida / Getty images