El legado de Julio Vilamajó en Montevideo
Julio Vilamajó (1894-1948) dejó en Montevideo una buena muestra de su talento. El genial arquitecto uruguayo, que fue consultor del proyecto de la sede de la ONU en Nueva York junto a Le Corbusier y Niemeyer, vivió muy cerca del Parque Rodó en un precioso edificio que es desde hace 10 años el Museo Casa Vilamajó y desarrolló numerosos proyectos que exhiben sus extraordinarias cualidades.
Fotos de Ine Olivera

Hoy convertida en Museo Casa Vilamajó, el edificio de 1930 en el que el arquitecto residió supone una clase magistral de algunos de sus rasgos más representativos: desde la creatividad ilimitada al manejo de la luz, la comunicación de los espacios y las influencias mediterráneas.

La Facultad de Ingeniería, UdelaR, fue proyectada en 1936 sobre pórticos, que albergaban espacios por debajo de los volúmenes integrados al paseo. En hormigón, se terminó en 1944.

Este proyecto residencial, el Edificio Juncal, se terminó en 1939 y es Monumento Histórico Nacional desde 1989.

De estilo español morisco, con influencias italianas, este proyecto se nutre de la inspiración del arquitecto, quien lo diseña en 1926, solo dos años después de regresar de España e Italia. Es Patrimonio Nacional desde 1986.

Monumento Histórico Nacional, el Garaje de Asistencia Pública muestra la impronta vanguardista de Julio Vilamajó. El proyecto es de 1931.

Construido entre 1929 y 1941 con una elegante inspiración clásica, el edificio contrasta con el estilo más moderno que Vilamajó ya mostraba en esa época.

Este proyecto residencial, uno de los últimos de Vilamajó, se terminó en 1947 y muestra su extraordinario manejo de las superficies y la geometría.

Situada en el barrio de Pocitos, la Vivienda Yriart redunda en la comunicación del exterior y el interior, tan frecuente en los proyectos de Vilamajó. Fue construida en 1927 con una mezcla de elementos que van desde las estructuras clásicas a la ornamentación española y el Art Nouveau.
Hoy convertida en Museo Casa Vilamajó, el edificio de 1930 en el que el arquitecto residió supone una clase magistral de algunos de sus rasgos más representativos: desde la creatividad ilimitada al manejo de la luz, la comunicación de los espacios y las influencias mediterráneas.