Inspiración Andrea González
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Una visita a Papá Noel

Rovaniemi, ubicada al norte de Finlandia, cerca de Círculo Polar Ártico, es la puerta de Laponia, región de la que es capital, y mundialmente famosa por haberse convertido en la residencia oficial de uno de los personajes más queridos por los más pequeños, Papá Noel. Acompáñanos a visitar el pueblo de Santa Claus, la escuela para elfos y el museo de ciencia Artikum, para después contemplar las auroras boreales y recorrer en trineo los mejores parques de la región.

En medio de la naturaleza casi virgen de la Laponia finlandesa, en aquella tierra poblada por impresionantes renos, se encuentra la aldea de Papá Noel, un lugar relativamente apartado del ajetreo diario donde Santa Claus estableció (oficialmente en 1985) su oficina, desde la que recibe visitas los 365 días del año y donde los más pequeños podrán charlar y hacerse una foto con él. Si además llevan su carta, pueden depositarla en la Oficina de Correos (que pertenece a la red postal finlandesa) de la aldea. Allí los elfos se encargan de gestionar la correspondencia que recibe Papá Noel (hasta medio millón de cartas por año) y de enviar los paquetes y las felicitaciones navideñas que salen desde las oficinas y que mandan los visitantes, siempre acompañados por un matasellos especial del Círculo Polar Ártico. Dentro de la aldea pueden también encontrar a los renos de Papá Noel y visitar las tiendas de regalos y restaurantes del complejo. La entrada a la aldea es completamente gratuita.

El Pueblo de Santa Claus

En las proximidades se encuentra SantaPark, un parque temático en el que se puede ver la casa de Santa Claus, donde vive acompañado de sus elfos. A sólo 7 kilómetros del centro de Rovaniemi, la principal atracción del SantaPark es su Escuela de Elfos, donde ya tanto niños como adultos pueden aprender los secretos y habilidades más preciadas de los ayudantes de Papá Noel, desde andar de puntillas a decorar galletas de jengibre, o hablar algunas palabras en élfico. Todos aquellos que se afanen en aprender las lecciones de los elfos conseguirán también un flamante diploma. Este parque temático abre sus puertas para la temporada de invierno el 23 de noviembre y desde él se puede visitar el Bosque Secreto de Joulukka, donde los elfos tienen su Centro de Control de la Navidad, para garantizar que la época más mágica del año se desarrolla sin incidentes y donde a veces también puede encontrarse al mismísimo Santa Claus.

En la orilla del rio Ounasjoki se encuentra el Museo de Ciencia y Centro de Investigación Arktikum, perteneciente a la Universidad de Laponia. Muy importante dentro de la vida cultural de Rovaniemi, destaca por su gran cúpula de cristal y se divide en dos espacios diferentes: el Museo de Laponia, que propone un recorrido por la historia finlandesa y regional, incluyendo una descripción de la forma en la que las dos guerras mundiales del siglo XX afectaron a Laponia (que fue duramente golpeada durante la invasión nazi) y el Centro Ártico, donde se muestran los avances científicos conseguidos en el estudio de las auroras boreales. Al ser bastante interactivo es también muy adecuado para visitar con niños.

Desde otoño hasta primavera, contabilizado unas 200 noches anuales, se disfruta en Rovaniemi de la temporada de auroras boreales, una de las señas de identidad más reconocibles de la región. Las condiciones que indican los expertos para poder apreciar este espectáculo de la naturaleza son: un cielo oscuro y despejado y un lugar alejado de la contaminación lumínica de las grandes ciudades. En Rovaniemi no hace falta alejarse mucho del centro urbano para poder disfrutar de las auroras boreales. Entre los lugares más concurridos por los turistas que quieren contemplarlas está el Artic Garden, situado justo detrás del Museo Arktikum, o la cumbre del monte Ounasvaara, a 45 minutos a pie del centro de Rovaniemi y donde podrá disfrutarse de un típico paraje natural finlandés. Apukka Resort, con sus cabañas de techos de cristal perfectamente integradas en la naturaleza, son también perfectas para contemplar las famosas luces del norte.

También en el Apukka Resort, entre diciembre y abril, pueden contratarse paseos en trineo, ya sean tirados por renos o por huskies, que se adentran en los bosques nevados de la región de la forma más serena posible, pudiendo en ocasiones, especialmente si se tiene un poco de suerte, contemplar las auroras boreales en uno de estos paseos. El broche perfecto a una escapada en familia al lugar donde se crea la Navidad.