Inspiración David López
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Chile: El país de las estrellas

Chile es uno de los mejores destinos del mundo para observar las estrellas. Desde el desierto de Atacama, en el norte, hasta la Patagonia, en el sur, los cielos chilenos se encuentran entre los más limpios de todo el hemisferio sur. Viaja hasta allí y aprovecha alguno de los más de 300 días despejados al año para asombrarte con la Vía Láctea.

Chile, sobre todo el norte, en su vasto desierto de Atacama, es el mejor lugar del planeta para los astrónomos y los aficionados a la observación de las estrellas. La gran cantidad de días despejados al año (más de 300 cada ciclo), las pocas partículas de polvo y humedad en el aire, y la diversa geografía de los terrenos (altos y áridos), hacen que reúna las condiciones perfectas para la instalación de telescopios. Hoy se concentran en esta zona del país la mitad de las infraestructuras mundiales para la observación astronómica.

El desierto de Atacama es uno de los mejores destinos del mundo para la observación de las estrellas.
Basta con alejarse unos cientos de metros de las edificaciones para dejar atrás las luces y penetrar en esa oscuridad que permite ver la Vía Láctea, la Nube de Magallanes, las constelaciones y hasta cinco de los planetas de nuestra galaxia: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno / Imagen de Hüdepohl:ESO

Allí, lo que se conoce como astroturismo alcanza su máxima expresión. Se pueden visitar los proyectos científicos como ALMA, como el Observatorio de Paranal, 130 kilómetros al sur de Antofagasta, o el de Paniri Caur, ubicado en Chiu Chiu, a las afueras de Calama. Pero, sobre todo, se puede hacer observación durante las noches, cuando se esconde el sol y en Atacama deja de mirarse a la tierra, a un suelo y un horizonte de geografía y geología de acantilados, lagunas y géiseres para levantar la vista hacia el cielo. Son numerosos los tours astronómicos que ofrecen los hoteles de la región en sus propias inmediaciones.

ALMA, el observatorio astronómico más importante del mundo

Lo primero que uno siente cuando llega a ALMA, a 60 kilómetros de San Pedro de Atacama, y asciende por el terreno de sus instalaciones, es que le falta el aire, a pesar de que se tiene, parece, todo el del mundo, con el cielo más grande jamás visto, que te permite incluso, cuando anochece, contemplar sin telescopio la Vía Láctea sobre tu cabeza, revelada, morada y blanca, sobrecogedora.

El observatorio ALMA, con 66 antenas desplegadas, es uno de los lugares más importantes del mundo para el astroturismo.
ALMA, las siglas en inglés de Gran Conjunto Milimétrico/submilimétrico de Atacama, es el observatorio astronómico más grande e importante del mundo / Imagen de B. Tafreshi (ESO)

ALMA es un proyecto científico creado con la colaboración internacional de más de una veintena de países, entre ellos España, que explora el Universo para investigar, entre otras cuestiones, las condiciones necesarias para que haya más vida más allá de la Tierra. En total, 66 antenas desplegadas en un diámetro de 15 kilómetros por el llano de Chajnator, a esa altura final de 5000 metros donde escasea el oxígeno pero que garantiza la ausencia de humedad de la atmósfera, ya que altera las observaciones, y en Atacama, el mejor lugar del mundo por sus condiciones climáticas para contemplar el infinito.

ALMA, en el desierto de Atacama, es el observatorio astronómico más grande e importante del mundo.
ALMA cuenta con 66 antenas repartidas en 15 kilómetros alrededor de Chajnator / Imagen de B. Tafreshi (ESO)

¿Se puede visitar ALMA?

Los responsables de ALMA aseguran que es importante explicar al público el trabajo que se hace allí y que pueda ver “en qué se gastan sus impuestos”. De ahí que los sábados y domingos por la mañana, previa inscripción a través de la web del observatorio, se realicen visitas gratuitas. Por motivos de seguridad, estas sólo se hacen al primer nivel y no a las antenas. Además, advierten, para que nadie se lleve sorpresas después, que estos no son telescopios ópticos y que nadie verá las estrellas desde allí, pero sí conocer su gran proyecto científico desde dentro.

Patagonia, al sur, otra parada imprescindible en una ruta astronómica por Chile

El espectáculo de observar el Universo, que hace que la gente se sienta tan pequeña y sobrecogida, también se puede disfrutar en el sur de Chile, en el Parque Nacional Torres del Paine, en la inmensa Patagonia. Confucio escribió: "Las estrellas son agujeros en el cielo desde los que brilla la luz del infinito", y Torres del Paine apoya esta visión romántica. Aquí se trata de contemplar no sólo las estrellas, sino también la tierra. El paisaje está formado por singulares y únicos pilares de granito que, iluminados por la luz de la Vía Láctea, hacen que el destino sea tan especial. Tierra y cielo se unen en una imagen que corta la respiración.

Las Torres del Paine en la Patagonia chilena son uno de los mejores lugares del mundo para la observación astronómica con un cielo de clase 1 en la escala de cielo oscuro de Bortle.
Las Torres del Paine tienen un cielo de clase 1 en la escala de cielo oscuro de Bortle, en la que (del 1 al 9) el nivel 1 corresponde a los más oscuros de la Tierra y el 9 a un cielo visto desde el centro de la ciudad / Imagen de Dudarev Mikhail

Una imagen repleta de preguntas que, probablemente, y eso es también parte del viaje, nos desvelarán durante la noche. ¿Cómo se creó el Universo? ¿Qué hay más allá de nosotros? ¿Estamos solos? Las respuestas están ahí fuera...