Estás preparando tu tercera novela, cuéntanos un poco de este proyecto.

La verdad es que la he empezado a escribir como cinco veces [risas]. Al final, precisamente en un vuelo de Madrid a Nueva York el pasado febrero, arranqué de verdad. Para escribir hay que buscar tiempo, tener ganas y estar muy concentrada. Aprovecho siempre en hoteles y en viajes largos. Yo creo que estará listo para la Feria del Libro.

¿Qué hizo que te animaras a escribirlo, que te entraran esas ganas de las que hablas?

A pesar de una serie de circunstancias personales que han sido muy dolorosas, al final te das cuenta de que todo continúa y que tienes que seguir. De alguna manera, escribir es una forma de evadirte y de crear tu propia historia.

 ¿Cuánto viajas de media al mes? ¿Lo haces por placer o por negocios?

Entre placer y negocios, es una mezcla. Eso sí, no recuerdo que haya ningún mes que no haya viajado. Soy empresaria, por lo cual cada viaje me tiene que aportar algo o sacar una experiencia para escribir, pues me encargan varios artículos en Hola.com y en La Razón. Viajar es una manera de alimentar la cabeza. Si quieres ser un portavoz de tendencias tienes que estar en el sitio.

En tu participación en el concurso Billete en Blanco nos cuentas que un viaje muy especial en tu vida fue a La Habana. ¿Qué destacarías y qué fue lo que más te inspiró de la ciudad?

Mi madre había fallecido unos pocos meses atrás y aunque a las tres semanas ya empecé a coger aviones, ese viaje a Cuba, con una de mis mejores amigas, lo decidí en exactamente 48 horas. Normalmente no planifico mucho los viajes. En ese viaje alimenté la cabeza, el corazón… Pude visitar muchas galerías de arte y descubrí una Habana diferente. Fue muy especial.

Si pudieses elegir el viaje de otro participante de Billete en Blanco, ¿a qué destino te hubiera gustado viajar?

A Tokio, me parece muy buen destino porque es una cultura totalmente diferente y me gusta vivir diferentes experiencias.

Algunos de tus viajes han sido orientados a proyectos y fundaciones con las que colaboras, ¿qué destino te ha marcado más y por qué?

Hace un par de años me fui con mi madre tres semanas a la India y recorrimos el sur del país con la Fundación Ciudad de la Esperanza y la Alegría. Me marcó mucho cuando regresé, cuando me di cuenta del contraste tan fuerte. También cuando viajé con la Reina Emérita Doña Sofía a México y Colombia por un tema de los microcréditos. Y Haití, cuando tuvo lugar el terremoto, eso sí que fue una experiencia.

¿Qué es imprescindible en la maleta de una empresaria que viaja tanto?

Un pantalón negro y un blazer son fundamentales porque nunca sabes cuándo puedes tener algo medianamente arreglado. Para andar es fundamental un buen zapato plano, y para que no te piten los controles de seguridad. Yo siempre intento no facturar, soy una experta en maletas, en una pequeña puedo meter todo lo que cabe en una grande. Me gusta hacerlas y me tomo mi tiempo.

Como experta en moda, en tus viajes ¿cómo ves el pulso de la moda española?

Lo veo bien, por lo menos se habla y eso es importante. La moda española pisa fuerte. Quizá deberían arriesgarse un poco más, rodearse de un buen equipo con una visión internacional. Y que viajen.

Empresaria, con un blog y un Instagram que actualizas a menudo, ¿cómo lo haces?

Soy muy organizada. Precisamente hoy llevo despierta desde las 7.30 de la mañana y ya he contestado todos los correos. Me da tiempo para todo: para salir por la noche, para ir de fiesta, para quedar con mis amigos, para descansar.

¿En qué consiste este proyecto?

Tengo mucha relación con Latinoamérica, y en especial con Colombia. En este último año he ido tres veces a Bogotá y una a Medellín. En el último viaje a la capital regresaba de dar una charla en la Cámara de Comercio dentro de la Semana de la Moda de Bogotá. Al final de ella hablaba de las redes sociales, cómo usarlas y cómo proyectarse internacionalmente. Quería ayudar a gente que está comenzando. En el avión de vuelta, el 29 de abril, lo recuerdo perfectamente, me dije: “Estoy recomendando a todo el mundo qué hacer y al final otro se va a llevar a los diseñadores en los que creo”. Así que aproveché el wifi del avión y mandé un correo. A raíz de eso, soy distribuidora de las joyas de Flor Amazona y de los sombreros de Margarita Diaz del Castillo. Logré que Colombia me diera el sello Colombia. Empiezo una nueva etapa para traer la moda colombiana a España.

Como socia activa de Iberia Plus, ¿en qué sueles utilizar tus Avios además de para volar?

Soy socia de Iberia Plus desde hace muchísimos años e intento utilizar mis Avios de manera inteligente. Por ejemplo, prefiero pagar mi billete y luego usarlos para hacer upgrade a Business, o en el Puente Aéreo, pues suelo decidir esos viajes tres horas antes. Hay que saber utilizar los Avios.

¿De qué otra manera consigues tus Avios?

En mis compras, cuando utilizo mi American Express.

¿Cuál es tu sección favorita de la revista Iberia Plus?

Me encanta la sección “Top Destinos” porque es muy importante que alguien te guíe sobre algo en concreto. Es imposible conocer todo de cada sitio y las experiencias de los demás ayudan muchísimo.